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Cuba

Conquista, ocupación y primera colonización de la isla

La conquista de la Gran Antilla se encargó en 1511 a Diego Velázquez, uno de los líderes de la colonización de La Española o Santo Domingo durante el gobierno del comendador Nicolás de Ovando (1502-1509). La hueste expedicionaria avanzó en dos columnas paralelas de este a oeste, hasta alcanzar la ya entonces conocida como "bahía de carenas", donde se establecerá La Habana, futura capital de la isla. Una vez vencida la resistencia que, sobre todo en el este, ofrecieron los indígenas, el avance de la hueste fue rápido y también sangriento, pues los europeos atacaban a los desarmados indios sin siquiera comprobar antes si eran hostiles a su presencia, simplemente por el temor a ser atacados.

En la hueste de Velázquez no parece que se enrolaran muchos vascos. Conocemos sólo el caso de Pedro de Rentería, que fue el socio de Bartolomé de las Casas en la explotación de la encomienda de indios que recibieron tras participar en la conquista de la isla. Entre los dos se estableció una profunda amistad, hasta el punto de que Pedro siguió a Las Casas en su decisión de abandonar la encomienda y pasar al estado clerical para dedicarse a la defensa de los indígenas y combatir aquella ominosa institución, una tarea que hizo famoso a Las Casas pero en la que estuvieron empeñados otros muchos colonos que no han pasado a la historia.

Diego Velázquez recibió del rey el título de gobernador de la isla, convirtiéndose en uno de los pocos conquistadores de éxito, puesto que pudo disfrutar de su esfuerzo durante largos años. Su labor como gobernador es generalmente bien reconocida: entre otras cosas, a él se debe la fundación de las primeras ciudades de la isla, comenzando por la que fue inicialmente capital y sede del gobierno, Santiago de Cuba, pronto también sede del obispo; en el oriente se fundaron, además de Santiago, las ciudades de Baracoa, sobre la costa frente a La Española, y Bayamo, en el valle interior bañado por el río del mismo nombre. Hacia el centro de la isla, a unos 400 km. se fundó Puerto Príncipe, ciudad interior y mediterránea por ser la única situada a igual distancia de las costas norte y sur. A una distancia equivalente de ésta, sobre la costa sur, se fundó Trinidad, y poco después la de La Habana, que comenzó su existencia como villorrio también en la costa sur para trasladarse al poco tiempo al norte, justo donde hoy se encuentra, dominando la bahía del mismo nombre. La escasez del oro y la pronta desaparición de la mano de obra indígena, junto al impulso descubridor que dominaba a muchos de los que pasaban a las Indias, hizo que muy pronto salieran expediciones de Cuba para reconocer la costa mexicana. Las favorables noticias proporcionadas por estas primeras expediciones culminaron en la expedición de Hernán Cortés, a primeros de 1519, que lograría en dos años y medio la conquista del imperio azteca mexicano, una expedición que el famoso capitán formó enteramente con gente residente en la isla. Según refiere uno de los primeros cronistas de esa hazaña, también iban vizcaínos entre los conquistadores. En efecto, investigaciones posteriores (Boyd-Bowman, 1964) certifican que al menos un cinco por ciento de los casi 600 miembros de la expedición eran vascos, que debían formar parte de la marinería y la soldada, pues no se les encuentra entre los capitanes de Cortés y futuros señores de México; si acaso, un Juan de Zamudio y un Juan Ochoa de Elejalde, que años más tarde dirigen memoriales al rey como antiguos conquistadores y pobladores del país azteca.