Kontzeptua

Cooperativismo en Euskal Herria (2001ko bertsioa)

Cooperativas Agrícolas: el sindicalismo agrario. El movimiento cooperativista católico tuvo sus raíces fundamentales en la encíclica "Rerum Novarum", de León XIII, y se implantó firmemente en el campo a partir de la Ley de Sindicatos Agrícolas de 1906. El sindicalismo católico agrario tuvo singular importancia en Navarra, no habiendo sido ajeno al mantenimiento del predominio de ideologías conservadoras en los hombres del campo navarro. A comienzos de siglo el jesuita P. Vicent estableció en Valencia una "Escuela Social". Dos sacerdotes navarros, D. Victorino Flamarique y D. Antonino Yoldi, permanecieron en ella nueve meses, volviendo a sus parroquias de origen con ideas concretas de actuación social. D. Victorino Flamarique, párroco de Olite, fundó en esta población la primera caja raifeisiana de la provincia. Muy pronto comenzó a funcionar la Bodega Cooperativa Olitense; en 1907 fueron establecidas una fábrica de harinas y una panadería cooperativa que surtían eficazmente a la ciudad. Fuera de Olite fueron creadas por Flamarique, entre otras, las bodegas cooperativas de Villafranca y San Martín de Unx y la harinera de Arguedas. Muy pronto fueron estableciéndose Cajas Rurales Católicas, siguiendo el modelo alemán de Raiffeisen, por toda la geografía provincial, y a su amparo surgieron los sindicatos agrícolas, que no eran agrupaciones reivindicativas como pudiera indicar su nombre, sino de tipo cooperativo, con funciones de producción, transformación y comercialización de productos agrícolas. Las cajas rurales eran, en principio, locales, y regidas por los párrocos respectivos. Su objeto era favorecer a los labradores más modestos, liberándolos de las prácticas usurarias comunes en la época. En muy pocos años las iniciativas cooperativistas inundaron el campo navarro: a mediados de 1910 existían ya en la provincia, según "El Pensamiento Navarro", 197 cajas rurales católicas trabajando en 221 pueblos; 40 sindicatos agrícolas extendidos por 115 pueblos; 4 pósitos, una cooperativa de seguros para animales de trabajo, una sociedad eléctrica harinera, dos sociedades cooperativas, una caja de ahorros, un granero de caridad y una sociedad mutua contra incendios. Un número tan grande de entidades independientes suponía una forzosa debilidad de las mismas; para unificar esfuerzos se creó en 1910 la Federación Católico-Social Navarra. "El Progreso Navarro", publicación que venía dando a conocer las aspiraciones del movimiento, fue transformado en publicación oficial del mismo, bajo la denominación de "La Acción Social Navarra", que sigue saliendo a luz cincuenta y cuatro años más tarde. Esenciales en la Federación eran su carácter apolítico y su confesionalidad católica, condiciones de hecho incompatibles en la época. Tan esencial era la presencia organizativa del clero que, cuando la Sagrada Congregación Consistorial prohibió a los sacerdotes ostentar cargos en Cajas Rurales, exceptuó a la diócesis de Pamplona, a petición de su obispo. La Federación comenzó agrupando solamente nueve cajas rurales, pero poco antes de la guerra civil contaba con 126 cajas, 4 bodegas cooperativas, 3 de consumo y 21 graneros cooperativos, sumando 15.350 socios cabezas de familia, que representaban la quinta parte de la población navarra.

Cooperativas agrícolas navarras fundadas hasta 1910
Abárzuza
Adiós
Allo
Andosilla
Ancín
Aóiz
Arbizu
Arellano
Arguiñano
Arróniz
Artajona
Améscoa Baja
Artazu
Belascoain
Berbinzana
Beriaín
Carcastillo
Cirauqui
Dicastillo
Burgui
Echarri-Aranaz
Ergoyena
Erro
Elorz
Eraul
Eslava
Esparza de Galar
Fitero
Gallipienzo
Grocin
Valle de Ibargoiti
Iguzquiza
Imoz
Iracheta
Irure-Lerate
Javier
Izagaondoa
Larraga
Leache
Lerga
Lorca
Luquin
Mañeru
Mendigorría
Mendavia
Metauten
Monreal
Morentín
Muniáin de la Solana
Murieta
Murillo el Fruto
Murugarren-Zábal
Muruzábal
Obanos
Olejua-Etayo
Oteiza
Murchante
Pitillas
Puente la Reina
Romanzado
Salinas de Pamplona
Sangüesa
Sada de Sangüesa
San Martín de Unx
Subiza
Tajonar
Urraul Alto
Urroz
Villanueva de Yerri
Zuasti
2 febrero 1908
7 mayo 1907
22 diciembre 1906
30 enero 1910
13 enero 1909
30 octubre 1906
13 febrero 1908
10 octubre 1910
7 julio 1907
24 diciembre 1906
10 diciembre 1904
7 julio 1907
30 junio 1908
20 junio 1907
25 octubre 1905
28 abril 1908
18 octubre 1906
30 marzo 1908
2 diciembre 1906
13 noviembre 1907
31 julio 1910
3 agosto 1907
24 mayo 1908
17 mayo 1908
24 octubre 1908
8 julio 1907
4 enero 1907
6 febrero 1906
22 diciembre 1907
29 diciembre 1907
7 agosto 1907
13 febrero 1909
3 junio 1908
26 septiembre 1907
28 junio 1907
7 julio 1907
18 julio 1907
1 enero 1905
25 julio 1907
1 enero 1908
16 mayo igio
10 enero 1907
30 abril 109
18 noviembre 1904
7 noviembre 1907
17 mayo 1908
7 febrero 1909
25 noviembre 106
13 enero 1907
27 septiembre 1907
2 febrero 1907
15 abril 1910
5 mayo 1907
23 diciembre 1906
29 febrero 1907
25 noviembre 1906
28 mayo 1909
18 septiembre 1907
1 marzo 1909
17 junio 1907
17 octubre 1906
5 julio 1906
18 mayo 1907
12 agosto 1906
15 mayo 1909
18 marzo 1908
15 agosto 1907
28 febrero 1907
11 mayo 1908
7 mayo 1908
Ref."La Acción Social Navarra", 1960.

También en Vascongadas se desarrolló el movimiento cooperativista católico, aunque en mucha menor amplitud que en el viejo reino. En Álava, las primeras cajas rurales fueron las de Vitoria, Alegría, Albéniz, Pobes, Armiñón e Izarra, Zambrana, Maestu y Peñacerrada. Al comenzar la guerra civil funcionaban 12 sindicatos católicos y la Caja Central de Ahorros y Préstamos. La Estadística del Ministerio de Agricultura del año 1933 da, por su parte, las cifras de 8r sindicatos y cooperativas agrícolas en Navarra y 106 en Vascongadas, agrupando 8.302 socios en la primera provincia y 11.143 en las otras tres. Cifras más de fiar son las del Anuario Social de España, de 1920: la Confederación Nacional Católico-Agraria, que había sido creada en 1916, contaba en Navarra con 156 sindicatos, 38 en Gipuzkoa y 42 y 29 en Bizkaia y Álava, respectivamente. Tras la Guerra Civil se crearon en el marco del nuevo estado nacional-sindicalista las Uniones Territoriales de Cooperativas del Campo (UTECO), de ámbito provincial, en la que quedaron obligatoriamente encuadrados los viejos sindicatos católicos, formalmente incorporados ahora a la Obra Sindical de Cooperación. Los dirigentes de las UTECO habrían de pertenecer a la Falange, y los consejos de vigilancia ser nombrados desde lo alto, así como los obligatorios sacerdotes consiliarios, nombrados por el obispo correspondiente. La ley de 2 de enero de 1942, que configuraba esta ordenación "cooperativista", no supuso ningún trauma para los antiguos sindicatos católicos, que siguieron su marcha bajo otros nombres distintos, sin variación de ideología. En el Censo de Cooperación Agraria de Navarra de 1960 se contaban 249 cooperativas agrícolas, 2 alcoholeras, un molino cooperativo de piensos, una deshidratadora de alfalfa y varias cooperativas de ámbito provincial: conservera, avícola, de ganado lanar y de productores de leche. Cooperativas agrícolas navarras en 1960. Las cooperativas de segundo grado (cooperativas cuyos socios son cooperativas), así como las de ámbito provincial, han alcanzado un cierto grado de desarrollo, aunque han seguido una marcha desigual, constituyendo alguna de ellas un sonado fracaso. Comenzaron su actuación en el sector vitivinícola, al constituirse en Olite la Alcoholera de San Isidro, formada por 13 bodegas cooperativas de la comarca y cuatro cosecheros privados. A finales de los años sesenta ya eran 25 las bodegas asociadas. En Cintruénigo, veinte bodegas se asociaron en 1947 para crear la Alcoholera Cooperativa Navarra. Dejó de funcionar en 1963, creándose en cambio la Agrupación de Bodegas Cooperativas, con 61 bodegas asociadas, que instaló una moderna fábrica en Estella. El 29 de febrero de 1956 se creó la Cooperativa Vinícola Navarra (COVINA), agrupando 22 bodegas, con objeto de comercializar el vino de éstas. Las dificultades del mercado hicieron orientar la producción hacia los mostos y bebidas refrescantes. En 1970, con serias dificultades financieras, pasó a depender más directamente de la UTECO. La Coopetiva Navarra de Productores de Leche (COPELECHE) es concesionaria de la central lechera de Pamplona, y su producción es importante y diversificada. Integraba en 1970 a más de tres mil cuatrocientos asociados. La totalidad del personal empleado en la cooperativa es considerado como socio apartador de trabajo, con derecho a retornos cooperativos. En 1960 se creó la Cooperativa Avícola de Navarra (COPEAVE), que diez años más tarde sumaba 1.349 socios, con un movimiento de 65 millones de pesetas. Dos cooperativas montadas por estos años, la cárnica y la lanar, fracasaron en su gestión. Quince cooperativas conserveras locales se agruparon para crear en 1961 la Cooperativa Conservera Navarra (CONSERNA), con un fuerte capital inmovilizado, cuyo hundimiento estrepitoso, entre polémicas, demostró para algunos la ineficacia de ciertos planteamientos sociales. La Caja Rural Navarra, creada tras la guerra, ha ido absorbiendo paulatinamente a las cajas locales, y en 1972 alcanzó un volumen total de operaciones de 7.390 millones de pesetas, con un incremento del 43 % sobre el año anterior. En 1974. contaba con una oficina central en Pamplona, y delegaciones en Ablitas, Allo, Añorbe, Azagra, Cárcar, Cascante, Corella, Estella, Esténoz, Falces, Fitero, Lerín, Marcilla, Mendavia, Mendigorría, Monteagudo, Murchante, Murillo el Fruto, Puente la Reina, Ribaforada, Santacara, Sartaguda, Tudela, Ulzama (Guerendiain), Valtierra y Villafranca. Al finalizar el año 1972, existían en Álava 58 cooperativas del campo, agrupando 4.282 socios. De ellas funcionaban efectivamente 51, con 4.247 socios. En Gipuzkoa, 53 cooperativas con 7.631 socios existían oficialmente, pero funcionaban efectivamente 45, con 7.457 cooperadores. En Navarra la cifra de las registradas era de 425 con 58.867 socios, y en Bizkaia 83 con 1 1.735, pero las de funcionamiento real eran 370 en Navarra, con 58.757 socios, y 52 en Bizkaia, con 10.470 socios.