Cooperativas de explotación comunitaria de la tierra. En ellas se busca la explotación, en una sola unidad de cultivo, de las tierras aportadas por los socios. Es una modalidad muy reciente, de la que en 1972 había todavía pocas muestras: 4 cooperativas en Guip., con 64 socios y tan sólo 37 hectáreas, y 19 en Nav., con 917 socios y 4.915 has. de terreno cultivable. Los asociados aportan la tierra, los medios de producción en la mayoría de los casos y su trabajo, según las necesidades de la nueva empresa. Dentro de esta modalidad de cooperación ha sido ejemplar el caso de Zúñiga. En este pequeño pueblo navarro, distante 27 kms. de Estella y 45 de Vitoria, se realizó en los últimos años cincuenta, una experiencia piloto de gran interés, promovida y llevada a cabo por los propios vecinos, venciendo dificultades e incomprensiones por parte de los organismos que con mayor fuerza debían haber apoyado la iniciativa. Zúñiga fue el primer pueblo navarro en solicitar y conseguir la concentración parcelaria. Anteriormente a la intervención de los servicios del Ministerio de Agricultura las 320 has. de terreno cultivable estaban fragmentadas en 1.218 parcelas de tan sólo 0,24 has. de extensión media. El año 1957 las parcelas quedaron reducidas a 233, habiéndose creado una red de caminos de 5.212 m. Con todo, la pobreza agrícola del término determinaba que sólo 22 familias vivieran exclusivamente de la agricultura. Aquel año, por propia iniciativa, 44 de los 45 propietarios optaron por crear una cooperativa de producción agrícola agrupando sus tierras. La cooperativa hizo de todo el término cultivable prácticamente una sola explotación. Los miembros de la asociación seguían siendo propietarios de sus tierras, pero los trabajos agrícolas serían realizados en lo sucesivo empresarialmente por la cooperativa, que repartiría los beneficios y pérdidas en proporción al aporte de tierras. El éxito del sistema quedó demostrado por la reducción, en su primer año de existencia, de la mano de obra necesaria para el cultivo de 18,4 jornales/ha. -año a 7,8 jornales ha.-año. La «Cooperativa Agrícola Santa María» quedó oficialmente aprobada por el Ministerio de Trabajo el 7 de mayo de 1958. En sus primeros años de existencia, la iniciativa de Zúñiga recibió algún apoyo por parte de organismos extraprovinciales, como la Caja de Ahorros Provincial de Alava, que facilitó los primeros préstamos para la compra de maquinaria agrícola. Por el contrario, los organismos navarros desasistieron, cuando no entorpecieron, la obra de la cooperativa. «No se veía entonces muy clara la distinción entre el cooperativismo de Zúñiga y el colectivismo ruso», escribía en 1964 el que fue párroco del pueblo y promotor destacado de la experiencia de Zúñiga, P. Florentino Ezcurra. La frase se comenta por sí sola. En la Asamblea Provincial de Hermandades Sindicales de Labradores y Ganaderos celebrada en 1958 se impuso silencio al representante de Zúñiga. Pero en pocos años la labor realizada en este pueblecito fue ampliamente conocida e imitada, recibiéndose incluso visitas de estudiosos de varios países. Semejantes a las cooperativas de explotación comunitaria de la tierra son las cooperativas de explotación ganadera en común, de las que a fines de 1972 había dos en Alava, con 47 socios y 695 cabezas de ganado porcino y vacuno, 6 en Guip., con 2.582 socios y 9.025 cabezas de vacuno y 5 en Nav. agrupando 2.519 socios y con 5.850 cabezas de ovino y vacuno.