Los comienzos. Hacia 1870, a favor de las libertades revolucionarias del 68, existieron en Bilbao diversas asociaciones de consumo, de producción, de socorros mutuos y de resistencia. En 1884 se creó en Baracaldo una cooperativa de consumo. En 1886 se fundó la Unión Obrera de Araya, formada principalmente por obreros y empleados de la fábrica de hierro, ferrería y talleres de herraje y clavo de la población alavesa. Era una sociedad de protección mutua y cooperativa de consumo. Estaba compuesta por socios accionistas y consumidores. En 1894 tenía 280 socios y 30.000 pesetas de capital. Prestaba servicios médicos y farmacéuticos, géneros al fiado, etc. La Sociedad Cooperativa de Altos Hornos de Vizcaya contaba, en 1904, con 528 socios. Era una cooperativa de consumo radicada en Sestao, con sucursales en Galdames y Sopuerta. En Eibar se fundó la primera cooperativa de consumo en 1891, y existían siete de ellas en 1917. En 1892 se constituyó la fábrica de cañones de escopeta «La Eibarresa», con un capital de 105.000 pesetas suscrito por 146 asociados. En la misma población se creó en 1919 la «S. A. Cooperativa Danok-Bat», para producir armas de caza. Pero la única cooperativa de producción que se mantuvo con éxito notable fue Alfa. En 1924, la Unión de Cooperativas del Norte de España, situada en la corriente socialista, tenía su sede en Bilbao, y agrupaba 43 cooperativas. Publicaba el periódico «Cooperativismo». El IV Congreso de la Federación Nacional de Cooperativas de España se celebró en Bilbao el 28 de septiembre de 1932, asistiendo a él 206 delegados que representaban a casi el mismo número de entidades. Por entonces la Unión del Norte contaba con 44 cooperativas, y existía una Unión de Guip., no muy bien consolidada, agrupando a 35 de ellas.