Cooperativas Agrícolas: el sindicalismo agrario. El movimiento cooperativista católico tuvo sus raíces fundamentales en la encíclica "Rerum Novarum", de León XIII, y se implantó firmemente en el campo a partir de la Ley de Sindicatos Agrícolas de 1906. El sindicalismo católico agrario tuvo singular importancia en Navarra, no habiendo sido ajeno al mantenimiento del predominio de ideologías conservadoras en los hombres del campo navarro. A comienzos de siglo el jesuita P. Vicent estableció en Valencia una "Escuela Social". Dos sacerdotes navarros, D. Victorino Flamarique y D. Antonino Yoldi, permanecieron en ella nueve meses, volviendo a sus parroquias de origen con ideas concretas de actuación social. D. Victorino Flamarique, párroco de Olite, fundó en esta población la primera caja raifeisiana de la provincia. Muy pronto comenzó a funcionar la Bodega Cooperativa Olitense; en 1907 fueron establecidas una fábrica de harinas y una panadería cooperativa que surtían eficazmente a la ciudad. Fuera de Olite fueron creadas por Flamarique, entre otras, las bodegas cooperativas de Villafranca y San Martín de Unx y la harinera de Arguedas. Muy pronto fueron estableciéndose Cajas Rurales Católicas, siguiendo el modelo alemán de Raiffeisen, por toda la geografía provincial, y a su amparo surgieron los sindicatos agrícolas, que no eran agrupaciones reivindicativas como pudiera indicar su nombre, sino de tipo cooperativo, con funciones de producción, transformación y comercialización de productos agrícolas. Las cajas rurales eran, en principio, locales, y regidas por los párrocos respectivos. Su objeto era favorecer a los labradores más modestos, liberándolos de las prácticas usurarias comunes en la época. En muy pocos años las iniciativas cooperativistas inundaron el campo navarro: a mediados de 1910 existían ya en la provincia, según "El Pensamiento Navarro", 197 cajas rurales católicas trabajando en 221 pueblos; 40 sindicatos agrícolas extendidos por 115 pueblos; 4 pósitos, una cooperativa de seguros para animales de trabajo, una sociedad eléctrica harinera, dos sociedades cooperativas, una caja de ahorros, un granero de caridad y una sociedad mutua contra incendios. Un número tan grande de entidades independientes suponía una forzosa debilidad de las mismas; para unificar esfuerzos se creó en 1910 la Federación Católico-Social Navarra. "El Progreso Navarro", publicación que venía dando a conocer las aspiraciones del movimiento, fue transformado en publicación oficial del mismo, bajo la denominación de "La Acción Social Navarra", que sigue saliendo a luz cincuenta y cuatro años más tarde. Esenciales en la Federación eran su carácter apolítico y su confesionalidad católica, condiciones de hecho incompatibles en la época. Tan esencial era la presencia organizativa del clero que, cuando la Sagrada Congregación Consistorial prohibió a los sacerdotes ostentar cargos en Cajas Rurales, exceptuó a la diócesis de Pamplona, a petición de su obispo. La Federación comenzó agrupando solamente nueve cajas rurales, pero poco antes de la guerra civil contaba con 126 cajas, 4 bodegas cooperativas, 3 de consumo y 21 graneros cooperativos, sumando 15.350 socios cabezas de familia, que representaban la quinta parte de la población navarra.
También en Vascongadas se desarrolló el movimiento cooperativista católico, aunque en mucha menor amplitud que en el viejo reino. En Álava, las primeras cajas rurales fueron las de Vitoria, Alegría, Albéniz, Pobes, Armiñón e Izarra, Zambrana, Maestu y Peñacerrada. Al comenzar la guerra civil funcionaban 12 sindicatos católicos y la Caja Central de Ahorros y Préstamos. La Estadística del Ministerio de Agricultura del año 1933 da, por su parte, las cifras de 8r sindicatos y cooperativas agrícolas en Navarra y 106 en Vascongadas, agrupando 8.302 socios en la primera provincia y 11.143 en las otras tres. Cifras más de fiar son las del Anuario Social de España, de 1920: la Confederación Nacional Católico-Agraria, que había sido creada en 1916, contaba en Navarra con 156 sindicatos, 38 en Gipuzkoa y 42 y 29 en Bizkaia y Álava, respectivamente. Tras la Guerra Civil se crearon en el marco del nuevo estado nacional-sindicalista las Uniones Territoriales de Cooperativas del Campo (UTECO), de ámbito provincial, en la que quedaron obligatoriamente encuadrados los viejos sindicatos católicos, formalmente incorporados ahora a la Obra Sindical de Cooperación. Los dirigentes de las UTECO habrían de pertenecer a la Falange, y los consejos de vigilancia ser nombrados desde lo alto, así como los obligatorios sacerdotes consiliarios, nombrados por el obispo correspondiente. La ley de 2 de enero de 1942, que configuraba esta ordenación "cooperativista", no supuso ningún trauma para los antiguos sindicatos católicos, que siguieron su marcha bajo otros nombres distintos, sin variación de ideología. En el Censo de Cooperación Agraria de Navarra de 1960 se contaban 249 cooperativas agrícolas, 2 alcoholeras, un molino cooperativo de piensos, una deshidratadora de alfalfa y varias cooperativas de ámbito provincial: conservera, avícola, de ganado lanar y de productores de leche. Cooperativas agrícolas navarras en 1960. Las cooperativas de segundo grado (cooperativas cuyos socios son cooperativas), así como las de ámbito provincial, han alcanzado un cierto grado de desarrollo, aunque han seguido una marcha desigual, constituyendo alguna de ellas un sonado fracaso. Comenzaron su actuación en el sector vitivinícola, al constituirse en Olite la Alcoholera de San Isidro, formada por 13 bodegas cooperativas de la comarca y cuatro cosecheros privados. A finales de los años sesenta ya eran 25 las bodegas asociadas. En Cintruénigo, veinte bodegas se asociaron en 1947 para crear la Alcoholera Cooperativa Navarra. Dejó de funcionar en 1963, creándose en cambio la Agrupación de Bodegas Cooperativas, con 61 bodegas asociadas, que instaló una moderna fábrica en Estella. El 29 de febrero de 1956 se creó la Cooperativa Vinícola Navarra (COVINA), agrupando 22 bodegas, con objeto de comercializar el vino de éstas. Las dificultades del mercado hicieron orientar la producción hacia los mostos y bebidas refrescantes. En 1970, con serias dificultades financieras, pasó a depender más directamente de la UTECO. La Coopetiva Navarra de Productores de Leche (COPELECHE) es concesionaria de la central lechera de Pamplona, y su producción es importante y diversificada. Integraba en 1970 a más de tres mil cuatrocientos asociados. La totalidad del personal empleado en la cooperativa es considerado como socio apartador de trabajo, con derecho a retornos cooperativos. En 1960 se creó la Cooperativa Avícola de Navarra (COPEAVE), que diez años más tarde sumaba 1.349 socios, con un movimiento de 65 millones de pesetas. Dos cooperativas montadas por estos años, la cárnica y la lanar, fracasaron en su gestión. Quince cooperativas conserveras locales se agruparon para crear en 1961 la Cooperativa Conservera Navarra (CONSERNA), con un fuerte capital inmovilizado, cuyo hundimiento estrepitoso, entre polémicas, demostró para algunos la ineficacia de ciertos planteamientos sociales. La Caja Rural Navarra, creada tras la guerra, ha ido absorbiendo paulatinamente a las cajas locales, y en 1972 alcanzó un volumen total de operaciones de 7.390 millones de pesetas, con un incremento del 43 % sobre el año anterior. En 1974. contaba con una oficina central en Pamplona, y delegaciones en Ablitas, Allo, Añorbe, Azagra, Cárcar, Cascante, Corella, Estella, Esténoz, Falces, Fitero, Lerín, Marcilla, Mendavia, Mendigorría, Monteagudo, Murchante, Murillo el Fruto, Puente la Reina, Ribaforada, Santacara, Sartaguda, Tudela, Ulzama (Guerendiain), Valtierra y Villafranca. Al finalizar el año 1972, existían en Álava 58 cooperativas del campo, agrupando 4.282 socios. De ellas funcionaban efectivamente 51, con 4.247 socios. En Gipuzkoa, 53 cooperativas con 7.631 socios existían oficialmente, pero funcionaban efectivamente 45, con 7.457 cooperadores. En Navarra la cifra de las registradas era de 425 con 58.867 socios, y en Bizkaia 83 con 1 1.735, pero las de funcionamiento real eran 370 en Navarra, con 58.757 socios, y 52 en Bizkaia, con 10.470 socios.
Cooperativas agrícolas navarras fundadas hasta 1910 | |
Abárzuza Adiós Allo Andosilla Ancín Aóiz Arbizu Arellano Arguiñano Arróniz Artajona Améscoa Baja Artazu Belascoain Berbinzana Beriaín Carcastillo Cirauqui Dicastillo Burgui Echarri-Aranaz Ergoyena Erro Elorz Eraul Eslava Esparza de Galar Fitero Gallipienzo Grocin Valle de Ibargoiti Iguzquiza Imoz Iracheta Irure-Lerate Javier Izagaondoa Larraga Leache Lerga Lorca Luquin Mañeru Mendigorría Mendavia Metauten Monreal Morentín Muniáin de la Solana Murieta Murillo el Fruto Murugarren-Zábal Muruzábal Obanos Olejua-Etayo Oteiza Murchante Pitillas Puente la Reina Romanzado Salinas de Pamplona Sangüesa Sada de Sangüesa San Martín de Unx Subiza Tajonar Urraul Alto Urroz Villanueva de Yerri Zuasti | 2 febrero 1908 7 mayo 1907 22 diciembre 1906 30 enero 1910 13 enero 1909 30 octubre 1906 13 febrero 1908 10 octubre 1910 7 julio 1907 24 diciembre 1906 10 diciembre 1904 7 julio 1907 30 junio 1908 20 junio 1907 25 octubre 1905 28 abril 1908 18 octubre 1906 30 marzo 1908 2 diciembre 1906 13 noviembre 1907 31 julio 1910 3 agosto 1907 24 mayo 1908 17 mayo 1908 24 octubre 1908 8 julio 1907 4 enero 1907 6 febrero 1906 22 diciembre 1907 29 diciembre 1907 7 agosto 1907 13 febrero 1909 3 junio 1908 26 septiembre 1907 28 junio 1907 7 julio 1907 18 julio 1907 1 enero 1905 25 julio 1907 1 enero 1908 16 mayo igio 10 enero 1907 30 abril 109 18 noviembre 1904 7 noviembre 1907 17 mayo 1908 7 febrero 1909 25 noviembre 106 13 enero 1907 27 septiembre 1907 2 febrero 1907 15 abril 1910 5 mayo 1907 23 diciembre 1906 29 febrero 1907 25 noviembre 1906 28 mayo 1909 18 septiembre 1907 1 marzo 1909 17 junio 1907 17 octubre 1906 5 julio 1906 18 mayo 1907 12 agosto 1906 15 mayo 1909 18 marzo 1908 15 agosto 1907 28 febrero 1907 11 mayo 1908 7 mayo 1908 |
Ref."La Acción Social Navarra", 1960. |
También en Vascongadas se desarrolló el movimiento cooperativista católico, aunque en mucha menor amplitud que en el viejo reino. En Álava, las primeras cajas rurales fueron las de Vitoria, Alegría, Albéniz, Pobes, Armiñón e Izarra, Zambrana, Maestu y Peñacerrada. Al comenzar la guerra civil funcionaban 12 sindicatos católicos y la Caja Central de Ahorros y Préstamos. La Estadística del Ministerio de Agricultura del año 1933 da, por su parte, las cifras de 8r sindicatos y cooperativas agrícolas en Navarra y 106 en Vascongadas, agrupando 8.302 socios en la primera provincia y 11.143 en las otras tres. Cifras más de fiar son las del Anuario Social de España, de 1920: la Confederación Nacional Católico-Agraria, que había sido creada en 1916, contaba en Navarra con 156 sindicatos, 38 en Gipuzkoa y 42 y 29 en Bizkaia y Álava, respectivamente. Tras la Guerra Civil se crearon en el marco del nuevo estado nacional-sindicalista las Uniones Territoriales de Cooperativas del Campo (UTECO), de ámbito provincial, en la que quedaron obligatoriamente encuadrados los viejos sindicatos católicos, formalmente incorporados ahora a la Obra Sindical de Cooperación. Los dirigentes de las UTECO habrían de pertenecer a la Falange, y los consejos de vigilancia ser nombrados desde lo alto, así como los obligatorios sacerdotes consiliarios, nombrados por el obispo correspondiente. La ley de 2 de enero de 1942, que configuraba esta ordenación "cooperativista", no supuso ningún trauma para los antiguos sindicatos católicos, que siguieron su marcha bajo otros nombres distintos, sin variación de ideología. En el Censo de Cooperación Agraria de Navarra de 1960 se contaban 249 cooperativas agrícolas, 2 alcoholeras, un molino cooperativo de piensos, una deshidratadora de alfalfa y varias cooperativas de ámbito provincial: conservera, avícola, de ganado lanar y de productores de leche. Cooperativas agrícolas navarras en 1960. Las cooperativas de segundo grado (cooperativas cuyos socios son cooperativas), así como las de ámbito provincial, han alcanzado un cierto grado de desarrollo, aunque han seguido una marcha desigual, constituyendo alguna de ellas un sonado fracaso. Comenzaron su actuación en el sector vitivinícola, al constituirse en Olite la Alcoholera de San Isidro, formada por 13 bodegas cooperativas de la comarca y cuatro cosecheros privados. A finales de los años sesenta ya eran 25 las bodegas asociadas. En Cintruénigo, veinte bodegas se asociaron en 1947 para crear la Alcoholera Cooperativa Navarra. Dejó de funcionar en 1963, creándose en cambio la Agrupación de Bodegas Cooperativas, con 61 bodegas asociadas, que instaló una moderna fábrica en Estella. El 29 de febrero de 1956 se creó la Cooperativa Vinícola Navarra (COVINA), agrupando 22 bodegas, con objeto de comercializar el vino de éstas. Las dificultades del mercado hicieron orientar la producción hacia los mostos y bebidas refrescantes. En 1970, con serias dificultades financieras, pasó a depender más directamente de la UTECO. La Coopetiva Navarra de Productores de Leche (COPELECHE) es concesionaria de la central lechera de Pamplona, y su producción es importante y diversificada. Integraba en 1970 a más de tres mil cuatrocientos asociados. La totalidad del personal empleado en la cooperativa es considerado como socio apartador de trabajo, con derecho a retornos cooperativos. En 1960 se creó la Cooperativa Avícola de Navarra (COPEAVE), que diez años más tarde sumaba 1.349 socios, con un movimiento de 65 millones de pesetas. Dos cooperativas montadas por estos años, la cárnica y la lanar, fracasaron en su gestión. Quince cooperativas conserveras locales se agruparon para crear en 1961 la Cooperativa Conservera Navarra (CONSERNA), con un fuerte capital inmovilizado, cuyo hundimiento estrepitoso, entre polémicas, demostró para algunos la ineficacia de ciertos planteamientos sociales. La Caja Rural Navarra, creada tras la guerra, ha ido absorbiendo paulatinamente a las cajas locales, y en 1972 alcanzó un volumen total de operaciones de 7.390 millones de pesetas, con un incremento del 43 % sobre el año anterior. En 1974. contaba con una oficina central en Pamplona, y delegaciones en Ablitas, Allo, Añorbe, Azagra, Cárcar, Cascante, Corella, Estella, Esténoz, Falces, Fitero, Lerín, Marcilla, Mendavia, Mendigorría, Monteagudo, Murchante, Murillo el Fruto, Puente la Reina, Ribaforada, Santacara, Sartaguda, Tudela, Ulzama (Guerendiain), Valtierra y Villafranca. Al finalizar el año 1972, existían en Álava 58 cooperativas del campo, agrupando 4.282 socios. De ellas funcionaban efectivamente 51, con 4.247 socios. En Gipuzkoa, 53 cooperativas con 7.631 socios existían oficialmente, pero funcionaban efectivamente 45, con 7.457 cooperadores. En Navarra la cifra de las registradas era de 425 con 58.867 socios, y en Bizkaia 83 con 1 1.735, pero las de funcionamiento real eran 370 en Navarra, con 58.757 socios, y 52 en Bizkaia, con 10.470 socios.