Topónimos

América

Cristóbal de Oñate conquista lo que se llamó Nueva Galicia. Funda la villa Espíritu Santo, que cambia de sede cuatro veces hasta ocupar la de la actual Guadalajara, vuelta a fundar por el virrey Mendoza. Actualmente Guadalajara es la segunda ciudad de Méjico con un millón de habitantes. En estas conquistas y fundaciones participan numerosos vascos: Santiago Aguirre, Jerónimo E. Arceniega, Juan Anuncibay, Iñigo P. de Anuncibay, Domingo Arteaga, Alfonso Gaztañaga, Diego de Ibarra, Manuel de Ibarra, Juan Labastida, Miguel Landeta, Diego Mendoza, Juan Oñate (hermano de Cristóbal), Jerónimo Orozco, Martín de Rentería, Juan Salcedo, Juan Samaniego, Juan Tolosa, Andrés de Urdaneta, Ortiz de Zúñiga y otros. En esta época Cristóbal de Oñate había mandado a Juan de Tolosa a vigilar a los zapotecas. Con ciento cincuenta hombres llegó hasta el cerro de Bufa donde descubrió importantes yacimientos de plata. Cristóbal de Oñate obtuvo autorización para fundar la ciudad de Zacatecas y lo hizo el 20 de enero, con sus capitanes Juan de Tolosa, Diego de Ibarra y Baltzar de Tremiño. Los dos primeros ya sabemos que eran originarios de los pueblos de su apellido e Ibarra de Eibar.

"El descrubrimiento y fundación de Zacatecas, fue, como más tarde el de las minas de Guanjuato, un sólido punto de apoyo para la economía colonial. La necesidad de asegurar su normal explotación permitió impulsar la colonización hacia el Norte, buscando una especie de cobertura geográfica de las minas. Estas produjeron en el primer siglo de explotación, trescientos millones de pesos, equivalentes a más de tres mil de la actualidad".

(V. Lascurain. "Boletín Americano de Estudios Vascos".

Los linajes de Oñate, Ibarra y Tolosa crecen y se alían con otros hasta formar una poderosa capa social que establece los fundamentos del progreso de estas comarcas.