Concept

Veterinaria

En España reinaba D. Carlos III, y se atravesaba un período de ausencia de confrontaciones bélicas en el exterior, como consecuencia de la firma del Tratado de París el 10 de febrero de 1763. Es una época denominada de "paz duradera", de expansión y de relativa prosperidad que favorecerá la aparición de "sociedades económicas de amigos del país", permitirá el despotismo ilustrado, y sólo se verá salpicada por algunas revueltas internas en 1766 como consecuencia de la hambruna: el motín de Esquilache, las revueltas en Zaragoza, algunas localidades andaluzas o la "Matxinada"5 de Azkoitia (Gipuzkoa) que se extendería a otras localidades vascas.

En este ambiente, se acordó, por Real Orden de 5 de noviembre de 1776, enviar un albéitar comisionado a la Escuela de Alfort para conocer el funcionamiento del centro y trasladar la iniciativa a España. El albéitar seleccionado sería el mariscal de las Reales Caballerizas, Bernardo Rodríguez, de lo más notable de su tiempo, hombre aplicado, profesional culto y entusiasta, intelectual, liberal en tanto que miembro de la Sociedad Económica Matritense, que se matriculó en Alfort el primero de enero de 1777, según relata D. Nicolás Casas de Mendoza6, donde no hizo, sino confirmar los vastos conocimientos que ya poseía, según Risueño7.

En Alfort, mientras era alumno del último curso y debido a sus amplios conocimientos, Rodríguez fue nombrado en 1780, "coadyutor o subprofesor de anatomía", enseñando osteología y miología; a su regreso, finalizados sus estudios el 2 de julio de 1780, se convertiría en el primer veterinario español.

Existen pocas referencias de la actuación profesional de D. Bernardo; se le atribuye la autoría de una memoria anónima titulada "El Catálogo" y un Plan de Estudios para la Escuela de Veterinaria, fechado en 1784, al que hace referencia Carlos Risueño y cita el Dr. Máximo Herrero Rojo8 que, sin embargo, nunca llegaría a ponerse en práctica, por oscuras razones, presumiblemente políticas, derivadas de la pérdida de influencia del Conde de Aranda.

Poco después, merced a una Real Orden de Carlos III, de 1783, Segismundo Malats e Hipólito Estévez, mariscales mayores de los Regimientos de Dragones Lusitania y Almansa, respectivamente se trasladaron a Alfort donde recibirían las lecciones de Chavert, sucesor de Bourgelat. Finalizaron sus estudios con aprovechamiento en 1787 e incluso con el oportuno permiso, hicieron un viaje de estudios, visitando Alemania, Dinamarca e Inglaterra. A su regreso, por Real Orden de 12 de setiembre de 1788, se les encargó el plan de organización y estudios para establecer dos escuelas, una en Madrid y otra en Córdoba que no pudieron cumplimentar por falta de recursos humanos y económicos, creando únicamente la de Madrid.

Una Real Orden de 9 de setiembre de 1788, establece la Escuela de Veterinaria en Madrid y nombra a Malats primer Director.

La fundación de la Escuela de Veterinaria de Madrid, la primera de España, fue establecida en la Real Orden, de Carlos IV de 23 de febrero de 1792.

El plan de estudios se aprobó el 26 de marzo de 1793 y en el mismo se establece que "la creación de esta ciencia, de esta profesión, se hace para propagar los principios científicos y prácticos en que se interesa con la Agricultura a la Ganadería, que significa el tráfico, la fuerza, la riqueza y el alimento del Reino."

La Escuela, de carácter militar con opción de ingreso a los civiles, estaba diseñado a semejanza de la de Lyon y se abrió el 18 de octubre de 1793, en una casa y huerta llamada "La Solana"; su ubicación coincide con la actual de la Biblioteca Nacional.

5Revolución, motín, revuelta.

6Boletín de Veterinaria, Año IV; núm. 80 de 15 de mayo de 1848; pág. 178. Madrid.

7RISUEÑO, Carlos. (1829). Diccionario de Veterinaria. Vol. pág. 10. Madrid.

8HERRERO ROJO, Máximo. (1984). La Albeyteria Española en el Siglo XVIII. Por cortesía de Laboratorios SYVA. Gráficas Cervantes. Pág. 163. Salamanca.