Concept

Veterinaria

El pensamiento francés del siglo XVIII era un terreno abonado para las nuevas iniciativas tales como la de crear una ciencia médica que tuviera por objeto la salud animal; en la filosofía de la naturaleza imperante en la época, encaja perfectamente la redención y hasta el bienestar de los animales y sus pontífices ven en el estudio de la anatomía, la fisiología y la patología comparadas, una oportunidad única para la práctica de sus ilustradas ideas y entre sus adeptos, Claude Bourgelat, encontrará los apoyos necesarios para lograr su objetivo: una Escuela de Veterinaria1.

Nacido en Lyon (Francia) en 1702, en el seno de una familia noble, ostentaba el título de caballero. Cursó los estudios de Derecho, llegando a ejercer la abogacía; inmerso en el espíritu de la época, este ilustrado mantenía amistad y correspondencia frecuente con d'Alembert. Fue nombrado director de la Academia de Equitación de su ciudad natal donde se dedicaba a estudiar todos los tratados de Equitación e Hipiatría que caían en sus manos, especialmente los de Newcastle y Solleysel; en 1740 publica Nouveau Newkastle ou Traité de Cavalerie, un libro de hipología, en el que recopila los conocimientos de la época sobre la materia. Con la colaboración de dos cirujanos lyoneses, Pouteau y Charmenton, estudia anatomía, disecando sobre un caballo; adquiere nociones de fisiología y de una elemental patología animal. En 1750 publicó Eléments d'Hippiatrique.

Bourgelat es un convencido enciclopedista y está convencido que los que se dedican a la medicina veterinaria no adquirirán nunca la suficiente instrucción, mientras no existan centros de enseñanza específicos para ello, por lo que pretende transformar el Centro de Equitación en Escuela de Veterinaria y para ello se valdrá de las numerosas relaciones que tiene entre la sociedad aristocrática francesa a la que pertenece y especialmente de su amigo, el intendente de Lyon que poco después será nombrado Controlador de Finanzas (ministro) de Luis XV, Jean-Henri Bertin, ilustrado y apasionado por la agronomía, que se convertirá en su principal valedor en París y será quien gestionará el Decreto Real de 4 de agosto de 1761 por el que se autorizaba el establecimiento en Lyon de una Escuela para el estudio del tratamiento de las enfermedades de los animales.

El 13 de febrero de 1762, Bourgelat, con seis alumnos, en una modesta posada del suburbio de la Guillotière de Lyon, convertido ahora en Escuela de Veterinaria, inició su andadura, con el objetivo de ofrecer a sus alumnos una formación lo más científica posible.

La creación de la Escuela supuso un éxito sin precedentes y la noticia se extendió de inmediato por toda Europa y alumnos extranjeros comienzan a solicitar su ingreso; otro tanto ocurre con los propios franceses.

El mismo verano de 1762, a solicitud de las autoridades, los alumnos son enviados en una misión especial a Meyzieu, para intentar controlar una epizootia, lo que consiguieron aplicando sencillas normas de higiene2. Bourgelat, se encarga de magnificar el éxito y su amigo Bertin, desde París, hará el resto, promoviendo la creación de nuevas escuelas de Veterinaria y designándole, mediante un decreto real de 1 de junio de 1764, director e inspector general de la Escuela Real de Veterinaria de Lyon y de todas las escuelas veterinarias establecidas o que pudieran establecerse en Francia.

A finales de 1766, Bourgelat inaugura otra escuela en las proximidades de París, en Maisons-Alfort; ese mismo año se abrirá otra escuela en Limoges, pero por una serie de negligencias, desaparecerá en 1768.

1ETXANIZ MAKAZAGA, J.M. (2002) De albéitares a veterinarios. La Inspección de Carnes. Boletín de la RSBAP. Tomo LVIII-2-2002, pp. 437 a 481, San Sebastián.

2CLAIVAZ, Jean-Blaise. (1997). Vache triste, vache malade. Société d'Histoire et d'Archeologie de Genève. Pág. 18. Genève.