Antes de crearse la Escuela de Veterinaria de Madrid, algunos albéitares cultos solicitaron el ingreso en la Sociedad Matritense, destacando en su seno Bernardo Rodríguez, a quien luego nos referiremos, creador de un premio de seiscientos reales para quien mejor exponga e impugne los abusos introducidos en la Veterinaria.....tratando los pertenecientes a ganado de cerda, lanar, vacuno, perros, etc., como que hacen parte de este Arte.
Estos premios fueron publicados en la Gaceta de Madrid de 30 de junio de 1786 y fue concedido a Francisco González, comprometiéndose Rodríguez a su edición, lo que finalmente no se llevó a efecto por causas desconocidas. La convocatoria se repetiría al año siguiente, esta vez el tema tenía relación con el modo de herrar a la francesa y fue publicada en la Gaceta de Madrid de 17 de agosto, resultando ganador Joaquín Ambrós de Zaragoza3.
Otros veterinarios y albéitares amigos de la Matritense fueron, Francisco González, que destacó por su labor divulgativa de preceptos de buiatría (veterinaria especializada en grandes rumiantes) y prácticas de higiene pecuaria. Agustín Pascual ocuparía cargos directivos en la Sociedad; Nicolás Casas de Mendoza, insigne veterinario que sería profesor de la Escuela y que fue quien creara un ambiente social favorable a la nueva Veterinaria, colaborando asiduamente en las publicaciones de la Sociedad, especialmente en el periódico Amigo del Pueblo, entre los años 1844 y 1849, publicando artículos de Zootecnia y cultivos especiales. Años más tarde el catedrático de la Escuela Prieto y Prieto, destacaría por sus conferencias4.