Monzón se había caracterizado durante el período republicano por sus alocuciones públicas en euskara. Fue también miembro activo de Euskaltzaleak. A partir de la guerra, un mayor reposo en sus actividades le va a permitir escribir. Su primera obra, ciertamente defectuosa, es Urrundik, publicada en el exilio mejicano en 1945. A su vuelta publicará en San Juan de Luz la que va a ser su más resonante obra, Gudarien eginak (1947). Orixe la analizará en la revista "Eusko Yakintza" de la siguiente forma:
"el tono adoptado es el del romance clásico, rápido, sobrio, que dibuja resumidamente las impresiones. Las cualidades de frescura, juventud y optimismo que echamos de ver en Urrundik, reaparecen en este tono, hermano innegable del primero. Con la ventaja apreciable en cuanto a su redacción, de la casi total ausencia de incorrecciones gramaticales en que aquél abunda. No olvidemos que se trata de un "euskaldún berri". Hay que señalar como el acierto más importante del libro la selección de melodías de danza que nos hace salir de las tonadas demasiado rígidas de la canción popular. Algunos pueden ver en esto, y quizás el mismo autor, un nuevo intento de extender el campo métrico del verso, dándole más aire y garbo. Pero el intento no es enteramente nuevo, porque nuestras danzas han sido cantadas, y el volver a ese procedimiento indica por lo menos una cualidad atávica que se confunde con el restaurar de la tradición. El restaurar la tradición por vía instintiva no es menos meritorio que el restaurarla por vía histórica refleja. Estos versos cantados llegarán al pueblo como es deseo de su autor y de todos los que nos damos cuenta de su transcendencia".
Su pseudónimo "Olaso" aparece repetidamente durante estos años en la revista GH y en "Euzko-Gogoa". Pero su principal dedicación en los 50-60 va a ser el teatro: Odol Bidea, Lau kantari eta xori bat, Gure behia hila da y Menditarrak (1958), Hazparneko anderea, Harpeko bozkarioa, Ur garbi, Behorraren ostikoa, Eneko bizkai, Maria Lorka (1966). Sus comedias de enredo desarrolladas en el mundo campesino tuvieron un gran éxito lo que motivó que la asociación "Eusko Kulturaren Alde" presentara ante la Embajada sueca su candidatura al Premio Nobel. En 1966 ingresó en Euskaltzaindia-Academia de la Lengua Vasca.