El graffiti. También entre nosotros, y en torno a 1960, comenzaron a aparecer en muros y paredes, vallas y soportes de villas y ciudades, pintadas y grafittis, primero de marcado acento político y reivindicativo, y posteriormente más lúdico y críptico.
Se trataba en muchos de los casos de logotipos y textos de diversos partidos políticos y sindicatos, realizados con brochas, sprays y plantillas directamente sobre el muro, con poco cuidado artístico. Tratándose de slogans de marcado acento político reivindicativo, y por supuesto prohibido, se trataba de expresiones artísticas rápidas, efímeras y realizadas sin otro ánimo que el de la pura comunicación verbal. Son famosas las pintadas realizadas en toda la ciudad de San Sebastián a raíz del Funeral del General Franco celebrado en la Catedral del Buen Pastor por Monseñor Setién, y que decían : Setién al paredón. Obispos rojos a Moscú, o las ya tan reiterativas y conocidas de ETA, bat bitan banatzen da, Gora Euskadi askatuta!.
De carácter más lúdico y artístico son los grafittis aparecidos ya en las décadas de los 70 y 80, unos de carácter anarquistas y otros de tipo más esotérico. Nos referimos a aquellos que decían : Un hombre sin mujer, es como un pez sin bicicleta, o Ningún toro sin faena, ningún torero sin cornada. Generalmente se realizaban con una caligrafía cercana a la manual, clara y con letras minúsculas, bastante cuidada tanto en su expresión gráfica como literaria.
Más tarde comenzaron a aparecer, por influencia del grafitti americano de metros y autobuses, grafittis ( tags) realizados en paredes y vallas de pueblos y ciudades, resueltos con letras versales, y trazados con sprays de colores llamativos y fosforescentes. Se trataba de pintadas de clanes y tribus urbanas, de chicos de barrio y patinete en ristre, que pintaban palabras cortas, de carácter esotérico y hermético, puro grito parietal para reconocimiento y acote del territorio urbano: Splahs, Skind hays, rock duro, ploum!. Su marcado carácter curvo, sus amplios planos y su detonante colorido, llenaban las paredes de fuerza y colorido. Colorido que rayaba la exageración y el arte cutre.
Más simple y falto de imaginación y creatividad artística ha sido siempre el grafitti popular ejecutado entre nosotros en wateres y espacios recogidos. Grafitti siempre rayano en lo chabacano y el mal gusto. Más que erótico y pornográfico ha sido casi siempre soez en la expresión y tosco en sus modos gráficos.
Se trataba en muchos de los casos de logotipos y textos de diversos partidos políticos y sindicatos, realizados con brochas, sprays y plantillas directamente sobre el muro, con poco cuidado artístico. Tratándose de slogans de marcado acento político reivindicativo, y por supuesto prohibido, se trataba de expresiones artísticas rápidas, efímeras y realizadas sin otro ánimo que el de la pura comunicación verbal. Son famosas las pintadas realizadas en toda la ciudad de San Sebastián a raíz del Funeral del General Franco celebrado en la Catedral del Buen Pastor por Monseñor Setién, y que decían : Setién al paredón. Obispos rojos a Moscú, o las ya tan reiterativas y conocidas de ETA, bat bitan banatzen da, Gora Euskadi askatuta!.
De carácter más lúdico y artístico son los grafittis aparecidos ya en las décadas de los 70 y 80, unos de carácter anarquistas y otros de tipo más esotérico. Nos referimos a aquellos que decían : Un hombre sin mujer, es como un pez sin bicicleta, o Ningún toro sin faena, ningún torero sin cornada. Generalmente se realizaban con una caligrafía cercana a la manual, clara y con letras minúsculas, bastante cuidada tanto en su expresión gráfica como literaria.
Más tarde comenzaron a aparecer, por influencia del grafitti americano de metros y autobuses, grafittis ( tags) realizados en paredes y vallas de pueblos y ciudades, resueltos con letras versales, y trazados con sprays de colores llamativos y fosforescentes. Se trataba de pintadas de clanes y tribus urbanas, de chicos de barrio y patinete en ristre, que pintaban palabras cortas, de carácter esotérico y hermético, puro grito parietal para reconocimiento y acote del territorio urbano: Splahs, Skind hays, rock duro, ploum!. Su marcado carácter curvo, sus amplios planos y su detonante colorido, llenaban las paredes de fuerza y colorido. Colorido que rayaba la exageración y el arte cutre.
Más simple y falto de imaginación y creatividad artística ha sido siempre el grafitti popular ejecutado entre nosotros en wateres y espacios recogidos. Grafitti siempre rayano en lo chabacano y el mal gusto. Más que erótico y pornográfico ha sido casi siempre soez en la expresión y tosco en sus modos gráficos.