Unassigned

BORDER (LAW)

Organización de la frontera en el derecho internacional público. La complejidad y las variaciones de la noción de frontera que revela el estudio de los limites del estado francés y español aparece igualmente en gran número de situaciones que nos ofrece el derecho internacional.Roma y la Edad Media. La noción de frontera existe ya en los orígenes de la historia y está ligada a la idea de posesión del territorio sobre el que los jefes ejercen su autoridad participando del carácter religioso del poder público. Cuando Remo franquea, jugando, la línea que Rómulo acaba de trazar paga con su vida el sacrilegio que ha cometido. El límite es sagrado como el poder circunscrito por él. No siempre resulta de un contacto pues en los extremos del Imperio Romano se extienden las marcas militares, los "confines", donde la autoridad resulta ya más imprecisa; al aproximarse a los bárbaros es más bien una ocupación militar la que marca el limite de la autoridad de Roma sobre los "limes" del Imperio. A veces esta idea de límite se concreta en la tumba de un guerrero. Todavía no señala realmente la demarcación de los poderes sino la afirmación de una autoridad. Tendrá que llegar el desmembramiento del poder soberano al producirse las grandes invasiones para ver aparecer una idea más clásica de la frontera. Los tratados como el de Verdún del año 843 dividen y limitan los nuevos reinos. En el interior de éstos el fraccionamiento del territorio en feudos revela el amojonamiento y la delimitación. El carácter simbólico de la frontera se mantiene y recordemos el célebre cuadro que representa al Rey de Polonia hincando unos picos en el Vístula para marcar su soberanía.La Monarquía. El protocolo de las entrevistas entre soberanos -entre las que resultan más célebres por sus fastos podemos citar la del Camp del Drap d'Or y la de la Isla de los Faisanes- participa de la misma mística.Incluso en modestas entrevistas de comisarios encargados de la delimitación se tiende a copiar los fastos reales. ¿No tenemos, por ejemplo, el caso del comisario francés encargado, en setiembre de 1717, de zanjar una discusión de frontera en los Aldudes en Navarra que se quejaba de verse obligado a acudir al pueblo perdido de Arnéguy a una casa construida sobre el torrente que sirve de límite para discutir con su colega español, sentados a una mesa que estaba dividida por la mitad por la línea ideal? [Ver Cuestiones de procedimiento suscitadas por el paso de la Frontera en el Col de Bentarte, en 1739, de Luisa Elisabeth de Francia, hija mayor de Luis XV, "Bol. Sc. L. Arts., Bayona 1933, pp. 405 y ss...] Este simbolismo se ha conservado tanto en las entrevistas de los jefes de Estado como en el extremo cuidado con el que los delegados de modestas comunas fronterizas vascas vienen a discutir los términos de los convenios de "lies y passeries". Bajo la monarquía francesa la teoría jurisdiccional de anexión territorial, en la que los legistas vinculan a Francia todos los territorios en los que el Rey ejerce derechos desprendidos de los derechos patrimoniales, viene a complicar la noción de frontera.En efecto, la idea de frontera se liga a la de Estado, todo lo que afecte al Estado incide sobre la frontera. Al confundir el Estado con el rey se cae en la tentación de ligar al Estado todos los territorios en donde el rey ejerce derechos. Así pues, Francia tenía en 1789 ciertos puntos de sus contornos imprecisos: el país de Merzig y de Saargau pertenecía a la vez al rey y al elector de Treveris. Los derechos de justicia, ejercidos por particulares, la confusión en materia de impuestos, el "laisser-aller" y el desorden desembocaban en situaciones paradójicas reconocidas por los cartógrafos que anotaban en muchos sitios "países neutros" o "indivisos".El principado de Bouillon era independiente; los derechos del rey de Francia y del Obispo de Basilea en la Alta-Alsacia se confundían, la maraña del País de Gex desafiaba toda organización, la Provenza se titulaba nación, Marsella se calificaba de villa libre, el Béarn era una soberanía distinta y Navarra invocaba una independencia absoluta, mientras que el Condado de Guiche, el Principado de Bidache, el Señorío de Mandeuvre, el Principado de Salm, la República de Montbéliard, el Principado de Orange, el Condado Veneciano, el Condado de Saarverden, la Villa de Mulhouse y el Señorío de Henrichemont llamado de Boisbelle en Berry, se declaraban por su parte distintos del territorio francés. A veces la misma frontera ha dado lugar al nacimiento, por su sola existencia, a feudos o países independientes de toda soberanía. "En la selva Charbonnière, escribe M. Dion (Dion: Las fronteras de Francia, París 1947, p. 34), una de las más famosas de las selvas fronterizas del Norte de la Galia, el pueblo de Fontaine l'Eveque (cerca de Péronne), que no empezó a figurar en la lista de las parroquias más que a partir de 1211, no fue unido a ninguno de los feudos existentes ante riormente.Constituyó por si solo un señorío particular, que se mantuvo hasta mediados del siglo XVII, tal como era en la Edad Media, es decir, absolutamente independiente de todos los principados vecinos. Ha seguido constituyendo una verdadera tierra neutra, neutralidad que debe al hecho de que se formó en plena zona fronteriza" [Vander Linden, La foret Charbonnière, "Revista Belga de Filología e Historia", 1923, T. II, pp. 208 y 209, n. 3]. Recordemos finalmente la curiosa población que, al socaire del carácter "neutro" indiviso (en todo caso discutido) del País Quintoa, había ocupado dicho país y vivía fuera de la ley (Gernika I, p. 74).La época Moderna. Se concibe pues muy bien que la noción de frontera plantee a los juristas problemas delicados que hoy día continúan existiendo. Si la frontera es el límite de las competencias coercitivas y ejecutivas, al mismo tiempo que limita el territorio desde el punto de vista de aduanas, monetario, religioso y administrativo, resulta que todo lo que permita al Estado vecino ejercer en el territorio extranjero cualquier competencia de orden administrativo, coercitivo, religioso o cualquier derecho, impedirá considerar la frontera como un limite y hará considerarla más bien como una zona. Esto es muy frecuente en numerosas situaciones particulares en la frontera española y en ciertas regiones de Francia o de Europa. Evoquemos, por ejemplo, la cuestión de las zonas francas, los derechos de Francia sobre Mónaco, la neutralización del enclave de Llivia, la discusión de la meseta de Minquiers cerca de las islas anglonormandas; también Andorra, que políticamente depende de dos soberanos, cuenta con un derecho particular administrado por ella misma -arcaico, mezcla de derecho romano y de derecho canónico-, religiosamente depende de España, desde el punto de vista postal depende de los dos países, y desde el aduanero, de ninguno. En Europa existen aún ciertos enclaves, vestigios de la Edad Media o de la interpretación de los tratados: Llivia (España y Francia), Campione (Italia y Suiza), Busingen y satélites (Alemania y Suiza), Baar-le-Duc y Baar-le-Nassau (Bélgica y Holanda).Aspectos diferentes de la frontera.En todo el mundo la noción de frontera reviste formas diferentes. ¿Cómo calificar la línea que, en Indochina, separa los diferentes países, sometidos todos a un régimen distinto, la línea que rodea la zona de Panamá (como la de Suez), la que separa el Eire del Ulster, Trieste de Yugoslavia, Inglaterra de Escocia, los cantones suizos entre sí, los estados de los Estados Unidos, sin hablar de las nuevas federaciones, Brasil, Australia, Argentina; el ex-Marruecos francés, el ex-Marruecos español, con los Présidies y Tánger, tres status diferentes en el mismo marco del Imperio Rifeño? Citemos también las líneas de demarcación establecidas por el vencedor en el pais vencido que a través de un mismo país impone barreras más rigurosas, a veces, que las fronteras. La variedad de las fronteras es característica de cada país. Pues ¿puede hablarse de fronteras entre los países miembros de la U. R. S. S.? ¿Qué pensar de las zonas desmilitarizadas, neutralizadas, de los territorios que desde el punto de vista moral se sienten ligados a un Estado y desde un punto de vista temporal a otro? Antes de su desaparición, las concesiones internacionales en Extremo Oriente se cerraban con alambradas, imagen de la frontera de guerra, mientras que la plaza de San Pedro en Roma marca simbólicamente el límite que separa una nación de una comunidad espiritual cuyo asiento territorial se reduce al mínimo. La variedad infinita de las fronteras, imagen de la vida misma de los pueblos, se afirma muy particularmente en la compleja organización de la frontera pirenaica desde el mar hasta Aragón.