Lexicon

BODA

Conducción del arreo. Cuando era la novia la que se trasladaba a nuevo hogar solía hacerse la conducción del arreo en un carro de bueyes de ruedas chillonas, el día de las terceras proclamas. Sobre este carro iba, además de la cama ya hecha, la herrada y la caldera, un arca tallada, la rueca con un copo de lino en la punta como símbolo de hacendosidad y otros aspectos. En algunos lugares del país se colocaba un espejo, quizás vieja supervivencia del utilizado para ahuyentar los espíritus. En la B. Nav. solía ir en el carro, sentada sobre un colchón, la costurera encargada del acomodamiento del nuevo hogar. El yugo de los bueyes se coronaba con un armazón de hierro del que pendían campanillas y todo ello iba cubierto con una piel de tejón. En algunos pueblos de Vizc., de Nav. (Maya, por ejemplo) y B. Nav. precedía a la comitiva un carnero o un grupo de carneros con las cabezas adornadas de cintas de colores. En algunos casos llevaban los cuernos dorados y la lana teñida de colores. Existía la creencia de que la chica que quitara la cinta al carnero, al llegar a la nueva casa, se casaría en el año. El carnero entraba en la casa mirando para atrás lo cual recuerda el modo de entrar a la gruta donde se halla la Dama de Anboto. Los regalos se solían llevar en cestas cubiertas de lienzos con adornos azules. Los panes y tortas cocidos en los hornos vecinales iban adornados con cintas. En la comitiva figuraban parientes y amigos. A veces se estilaba el vestir con trajes de ceremonia según los lugares. Untando los ejes del carro con aceite le hacen producir chirridos alegres.