Sucesos de 1658. Bajo el reinado de Luis XIV se produjeron conflictos entre los oficiales del Bailío y el Síndico en funciones, Martín de Chourio, notario real en Ascain. Era usual que el Síndico se renovara cada dos años previa rendición de cuentas al Biltzar. Chourio llevaba ya más de dos años en el ejercicio del cargo y como no rendía cuentas, M. de Arcangues, procurador del rey en el Bailío de Lab., hizo reunir el Biltzar. Este nombró por Síndico a Pierre Durrury, abogado de Ustaritz. Chourio protestó enérgicamente. Sostenía que el oficial real no tenía atribuciones para convocar al Biltzar, que solamente el Síndico gozaba de dicha prerrogativa. A su vez él convocó un nuevo Biltzar, el que, en una agitada y tumultuosa reunión, anula la elección de Durrury. A la salida de la reunión, Arcangues hizo arrestar a algunos miembros de los más exaltados y los hizo llevar a la prisión de Ustaritz. Chourio envió a sus más allegados a saquear la casa de Arcangues y a forzar la prisión. Los detenidos fueron libertados. El procurador real denunció los hechos al Parlamento de Burdeos, que rindió contra Chourio un decreto de «prise de corps» y comisionó al ujier Lambert para ejecutar dicho decreto. Lambert se personó en Ustaritz con treinta hombres de la guarnición francesa de Bayona, pero entrando en la calle de Ascain encontraron todas las casas y el campanario de la iglesia ocupados por los partidarios de Chourio, que les recibieron con descargas de fusil, obligándoles a retirarse. Deseando reprimir estos desórdenes, el Baile de Lab., M. d'Urtubie, puso en pie los mil hombres de tropa que formaban la milicia laburdina. Chourio, por su parte, armó a sus partidarios, que recorrieron el campo, se apoderaron de bestias y cometieron toda clase de excesos. Una verdadera guerra civil desoló Lab. durante cerca de dos años. Los adversarios, para reconocerse, hablan adoptado fajas de distinto color: blanca por los de Urtubie y roja para los otros. De ahí el nombre de sabelxuris y sabelgorris con que se distinguieron ambos bandos. Durante estos acontecimientos, Chourio murió de muerte natural en su casa de Ascain. La calma fue por fin restablecida. Fueron procesados varios de los revoltosos. El Biltzar volvió a reunirse para confirmar la designación como Síndico a Durruty. Cuando Luis XIV llegó a San Juan de Luz para su casamiento, proyectó suprimir el Biltzar, pero, considerando poco política la supresión, aprovechó la ocasión para cercenar vitalmente al mismo. Por la ordenanza del 3 de junio de 1660, dada en San Juan de Luz, se establecía: «Qu' á égard des bilçars ils seraient convoqués à la diligence du Syndic du pays, mais par l'ordre et en presente du Bailly et des officiers de Sa Magesté; que les propositions du Syndic, les abbés (Hauzapezak), ou députés ne pourraient y porter aucunes armes; et qu'ils ne purraient s'assembler qu'au parquet de la justice royale du Bailliage". Esta ordenanza suplantó a la costumbre laburdina. En las reuniones posteriores se la invoca con frecuencia, sea por los síndicos, las comunidades o los oficiales reales.