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Álava-Araba. Economía

El despegue industrial de Álava se produce con mucho retraso en relación con las otras provincias vascas de Bizkaia y Gipuzkoa. Así como estas se incorporaron al nuevo sistema industrial moderno en el último tercio del siglo XIX, hay que esperar a la segunda oleada industrializadora que surge a partir de finales de los años 1950 para que la provincia alavesa, a la vez que Navarra, que sume a esta nueva estructura económica que tanta trascendencia ha tenido en este territorio. Esto no significa que antes no existiesen iniciativas industriales en la provincia. Aunque Álava se mantuvo durante finales del XIX y primera mitad del XX como un territorio de carácter rural y agrario, presidido por una capital de dimensiones modestas que jugaba un papel de centro de servicios, ciertas actividades industriales ya se habían asentado: metalurgia, maquinaria agrícola, automóvil o, como actividad más específica, la fabricación de naipes. Por otro lado la comarca Cantábrica (Llodio, Amurrio) ya era una zona industrializada como consecuencia de la expansión aguas arriba del Nervión de la dinámica productiva del área urbano-industrial bilbaína. En tercer lugar la moderna agroindustria instalada en bodegas de la Rioja Alavesa ya se había consolidado en la segunda mitad del siglo XIX. También hay que precisar que la industrialización definitiva de Álava sólo tiene lugar en un primer momento en los polígonos periféricos de Vitoria-Gasteiz que pasó en pocos años de ser una pequeña ciudad de servicios a convertirse en un centro industrial de referencia.

La industrialización de Vitoria-Gasteiz se debió a una serie de factores. Las industrias vizcaínas y guipuzcoanas se enfrentaban estos años a retos de ampliación productiva que exigía la nueva reorganización empresarial. La necesidad de ampliar sus instalaciones se enfrentaba a la escasez de suelo industrializable en sus angostos valles atlánticos de origen. Un área cercana como Vitoria-Gasteiz les ofrecía la oportunidad de aprovechar extensiones suficientes de terrenos llanos y fácilmente accesibles. La accesibilidad la facilitaba la localización de la Llanada en el eje por carretera y ferrocarril París-Madrid, su cercanía a la metrópoli bilbaína y a su puerto, los cómodos enlaces con Navarra, el valle del Ebro a través de La Rioja y Cataluña. Otros factores internos colaboraron de manera decisiva a la atracción de Vitoria-Gasteiz como sede industrial. Los grupos dirigentes alaveses, así como en ocasiones anteriores se habían comportado de una manera más provinciana apegados a sus funciones mercantiles, en esta ocasión no dejaron pasar la ocasión para modernizar y diversificar su economía. La concertación de instituciones públicas, Diputación y Ayuntamiento, y privadas, Cajas de Ahorro, consiguió ofrecer a las empresas atlánticas suelo industrial en polígonos urbanizados y dotados de infraestructuras básicas a precios competitivos y con interesantes ventajas fiscales. Empresas del valle del Deba guipuzcoano fueron las que mejor respondieron a estos requerimientos, dando origen a un crecimiento fabril y demográfico sin precedentes. Prueba de los rápidos cambios estructurales en la economía alavesa es la aportación de la industria al PIB alavés en 1973, 58,6%, varios puntos superior al de Bizkaia y Gipuzkoa.

Fruto de su origen la industria Vitoria-Gasteiz será una réplica de la vasco-atlántica, aunque más puesta al día, más modernizada y con mayores posibilidades de enfrentarse al futuro. Por ello su especialización se basó en sectores productivos como la siderurgia de transformación, gran diversidad de empresas metalúrgicas, bienes de equipo, armas y explosivos, bicicletas, industria auxiliar del automóvil, etc. Este fuerte empuje facilitó la creación de un ambiente financiero, cuadros técnicos y directivos, mano de obra cualificada y redes de intercambió que atrajo a multinacionales del neumático o de la fabricación de automóviles. Unos diez años más adelante de este espectacular inicio la Diputación Foral emprende una política de descentralización industrial que equilibre el efecto succión de Vitoria-Gasteiz con la creación de polígonos industriales en diversos pueblos de la provincia (Salvatierra-Agurain, Legutiano, Nanclares de la Oca, Oyón).

A mediados de los años 1970 se desata una primera crisis económica que castigó con dureza a la industria vasca. La industria alavesa en particular responde mejor a esa situación crítica y sigue registrando un aumento de ocupación hasta comienzo de los años 1980. No obstante también le alcanzan las consecuencias de la coyuntura adversa y durante los años 1981-1996 ve descender el número de ocupados industriales. Ocho municipios vascos, entre ellos Vitoria-Gasteiz, acumularon el 60% de las pérdidas de empleo. A pesar de todo, la mayor juventud de su industria con inversiones de capital y bienes de equipo más recientes y con procesos de gestión más especializados supuso un nivel de adaptación superior. Las dos últimas décadas del siglo suponen una fase de fuerte intervención pública para luchar contra la desindustrialización, la reconversión y la remodelación económica a través de muy variadas políticas. La comarca alavesa más afectada fue la de más antigua industrialización, la Cantábrica, cuyos municipios fueron declarados Zonas de Urgente Reindustrialización (ZUR) o Zonas Industrializadas en declive (ZID). Ningún municipio más entró en estas categorías. De forma paralela se implantaron siete industrialdeak en la provincia. Los años finales del siglo pasado y los que inician el nuevo siglo marcan una nueva etapa de recuperación y asentamiento industrial de modo que esta actividad sigue siendo un pilar básico de la economía alavesa.

De las más de 4.500 Ha. calificadas para actividades económicas en la provincia una gran parte se encuentra ocupada por empresas industriales. Los polígonos industriales alaveses, en especial los más recientes, se han realizado basándose en planes de urbanización de menor densidad edificatoria y con mayor espacio para infraestructuras. El modelo espacial de la industria alavesa se caracteriza por su segregación. El foco más extenso y dinámico se localiza en los polígonos suburbanos de Vitoria-Gasteiz, segunda área en extensión del País Vasco, tras el A. M. de Bilbao. Las demás áreas industriales forman enclaves aislados, a diferencia de los corredores de actividad de los valles atlánticos: Legutiano, Salvatierra-Agurain, Asparrena, Alegría-Dulantzi y Nanclares de Oca en la Llanada; Lantarón y Oyón en la ribera del Ebro. El resto de la provincia, excepción hecha una vez más de la comarca Cantábrica, destaca por la reducida presencia de suelos industriales, sobre todo en la Montaña y la mayor parte de los Valles Occidentales.

La producción industrial alavesa posee una clara especialización en cinco ramas: metalurgia y artículos metálicos, material de transporte, caucho y plástico, maquinaria y alimentación. La primera de ellas, la metalurgia, descolla con diferencia sobre todas las demás, reuniendo en torno al 35% del empleo. De hecho Vitoria-Gasteiz constituye el principal foco metalúrgico del País Vasco. El papel destacado en la producción de material de transporte se debe en gran medida al asentamiento en esta ciudad de la multinacional de vehículos a motor Daimler Chrysler. Otra multinacional, del neumático en este caso, Michelin, le asegura el destacado puesto que ocupa en el sector del caucho. También Vitoria-Gasteiz es uno de los centros vascos de referencia del sector de producción de maquinaria. Otra nota distintiva es la mayor presencia relativa del sector de la alimentación, relacionada con la vocación agrícola de su territorio en la que sobresale la producción vitivinícola de la zona riojana del sur de la provincia. Gran parte de las ramas citadas ofrecen un nítido perfil exportador dirigido sobre todo hacia la Unión Europea. Asimismo otra nota predominante es la importancia comparativa que adquiere la gran empresa representada por las multinacionales reseñadas.

A modo de síntesis la geografía de la industria en Álava se singulariza por poseer un área de alta densidad industrial centrada en la Llanada que absorbe cerca del 70% de empleo provincial y se erige en la segunda comarca industrial del País Vasco, detrás del Gran Bilbao. Casi todo el empleo comarcal está situado en Vitoria-Gasteiz, primer municipio industrial vasco. A partir del núcleo Vitoria-Gasteiz se han desarrollado en forma de tentáculos intermitentes otras áreas industriales secundarias de diferente magnitud. Hacia el norte los polígonos suburbanos tienden a enlazar con el Parque Tecnológico de Miñano, inaugurado el año 1995, y desde allí con los polígonos ubicados en el municipio de Legutiano. Hacia el suroeste, siguiendo el eje de comunicación de la N-1, se instaló la emergente área industrial de Nanclares de Oca. Otros enclaves industriales de la Llanada, a mayor distancia de los anteriores y en dirección a Navarra, son los de Alegría-Dulantzi, Salvatierra-Agurain y Asparrena. La segunda área industrial alavesa, con una densidad media, es la comarca Cantábrica. Su especialización en industrias básicas como la siderurgia le supuso un acusado declive durante el período de reestructuración. En ella predominan los establecimientos de grandes dimensiones y la especialización en dos sectores, metalurgia e industria no metálica. El resto de la provincia se incluye en las áreas de menor desarrollo industrial del País Vasco, salvando algunas localizaciones aisladas, como Lantarón en los Valles u Oyón en la Rioja. En las comarcas más rurales, Valles y Montaña, los programas de desarrollo rural han conseguido implantar algunas iniciativas industriales de reducida dimensión.

ERU 2006