En el País Vasco se vivirán todos estos cambios de manera notoria. Al estar bajo dominio francés y español sufrirá los cambios decididos por aquellos, pero a su vez, al tener un modelo político organizativo diferente los cambios también tendrán diferente repercusión.
Las consecuencias del Antiguo Régimen en lo que concierne al aspecto social, también se dieron en Euskal Herria. De hecho este territorio no era ajeno a los cambios que sucedían en Europa. El desarrollo de las ciudades, el de la burguesía y el mercado, el de las tecnologías y nuevas ideas, la industrialización también se dan en Euskal Herria. En el siglo XIX esta llegará a ser la zona más industrializada del Estado español y con ello la oligarquía será la más poderosa y el proletariado el más desarrollado. La imagen más representativa del desarrollo intelectual la dan la creación de sociedades como la Sociedad Vascongada de Amigos del País que difundirán las ideas de Ia Ilustración aunque solo sea con ambición reformista.
En lo que concierne al eje político, la pugna entre liberales y conservadores se verá alterada por la existencia de los Fueros. Estos garantizaban ciertos derechos que no existían en otras regiones. Por ejemplo, los impuestos eran recaudados por la administración foral y no por los nobles y estos a su vez tenían ciertas obligaciones que cumplir. La existencia de aduanas en la frontera vasca acarreaba beneficios para el comercio vasco, el rey debía respetar los fueros y las instituciones forales podían no cumplir la ley real.
En consecuencia podemos decir que en Euskal Herria la política se dividía en dos ejes: por un lado, el de los liberales y conservadores como en todo el estado y por otro un eje especifico a las tierras vascas, entre los que estaban a favor y los que estaban en contra de los fueros. Aquí los liberales y los conservadores estaban mezclados.