La organización social existente hasta entonces se transformará de manera drástica. El mayor ejemplo lo tenemos en la Revolución Francesa, la cual en 10 años, consigue hacer desaparecer el modelo social establecido durante 5 siglos. La repercusiones serán no solamente europeas sino también mundiales.
La burguesía, desarrollara un sistema capitalista, en el cual defenderá el libre mercado y la no intervención del Estado, como base de unas ideas liberales.
Políticamente, el centralismo estatal será la referencia máxima afín de homogeneizar un territorio geográfico definido. Lo que hasta ahora estaba en manos de los nobles, pasará a ser propiedad estatal. Con la abolición de los privilegios y en nombre de la igualdad, el modelo liberal creará el estado nación para garantizar el libre mercado.
La revolución francesa, tendrá una gran repercusión en España. En un principio, el poder absoluto de España se aliará con otros reinos de Europa, y cerrara sus fronteras a Francia, para evitar la amenaza de la Revolución. Pero esos esfuerzos no lograran que las ideas de la ilustración no entren en España, donde los burgueses, aunque en menor medida, reclamarán sus derechos. La crisis, comenzara en la época de Carlos IV y reflejará en conflicto entre Conservadores y Liberales. Las guerras carlistas serán quienes le den fin a la crisis y ábran las puertas a una nueva era. La guerra de la Convención por un lado y la guerra de Independencia por el otro, serán los conflictos mayores durante esta época de crisis. Abrá intentos de implantar la monarquía absolutista por parte de Fernando VII, pero la guerra carlista traerá la victoria liberal y el fin del absolutismo. En Europa ya en el siglo XIX hay otro tipo de sociedad y España, aunque en menor medida que Francia, no se queda fuera de esos cambios.