Concept

Serora

Las seroras y sus actividades se dividen en dos espacios principales: las villas y las ermitas. En las villas se reunían en comunidades, a veces empleadas al servicio de la parroquia, y, otras veces, en convivencia piadosa o al servicio de algún santuario. Fueron estas últimas sobre todo las que prefirieron la vida de clausura ya en la Edad Moderna, debido a la subordinación y ataduras impuestas por las órdenes religiosas. Las seroras que cuidaban las ermitas, en cambio, eran más comunes en las zonas rurales, aunque también podían encontrarse dentro del ámbito de la villa. Por último, también había seroras en albergues y hospitales, tanto en las villas como en las zonas rurales.

Además de las comunidades adheridas al obispado, las instituciones locales tenían el patronato y el derecho de elección en sus ámbitos correspondientes, que podían ser particulares, del concejo o municipio, de la iglesia o del sacerdote y los beneficiarios o de los vecinos de lugar. Tal y como ocurría con el sacerdote y los beneficiarios, también la elección de las seroras llevaba a enfrentamientos de poder entre los agentes sociales antes mencionados, creando incluso grandes disputas que debían resolverse en los juzgados. Además, a veces, el patronato y el derecho de elección correspondían a diferentes instituciones, lo cual creaba más de un problema. Solían ofrecer una dote a su ingreso, y en las parroquias con grandes beneficios (las seroras recibían un diezmo, al igual que los sacerdotes o los beneficiarios), se establecía un concurso de competencia entre las aspirantes, el cual ganaba la que proponía la mejor oferta.