Concept

Postmodernidad

Posiblemente sea este nuevo enfoque dado al problema de las identidades el que más esté impactando en un territorio, Euskal Herria, que hereda de su propia historia una gran irresolución política: desmembrado en tres realidades administrativas e integrado en dos estados europeos, en Euskal Herría confluyen un gran sentido de pertenencia y el riesgo de la disolución misma. En un territorio políticamente tan dividido y con imaginarios simbólicos tan contrastados, el discurso postmoderno juega aquí de forma ambivalente.

Por un lado, debilita las dimensiones identitarias más excluyentes, y al mismo tiempo las más heroicas, del nacionalismo, desmitificando el supuesto carácter objetivo de la nación y la idea misma de destino colectivo. Esto ha abierto los discursos de reivindicación nacional al pragmatismo y a la experiencia subjetiva, pero no los ha extinguido, pues el postmodernismo, ya lo hemos visto, también es afirmación de lo particular y rechazo a toda homogeneidad cultural.

Al relajar las identidades nacionales fuertes, la postmodernidad reivindica el derecho a construir nosotros diferentes, a sentirse y vivirse como distintos, aunque los distintos sean pocos y estén fragmentados. La afirmación de la diferencia y la particularidad frente a la gran amenaza de los Estados centralizados y la uniformización cultural ha desplazado ciertos debates en el seno del nacionalismo y ha ofrecido un nuevo marco en el que encarar los diferentes conflictos identitarios. Parecería que, en este sentido, dos son los efectos de la postmodernidad, y de muy distinto signo: por un lado, intento de superación de los viejos paradigmas de enfrentamiento y puesta en crisis de cualquier reivindicación colectiva. Sería el pequeño relato de la vida por fin pacífica, contrapuesto al gran relato de la construcción nacional. Por el otro lado, sin embargo, la postmodernidad impulsa, sobre todo en EH, la creación de discursos menos dirigidos a la exaltación de lo que podríamos llamar valores eternos de la nación, y más interesados en lograr cohesiones sociales políticamente operativas. Las diferentes luchas de la izquierda abertzale contra la exclusión, su apuesta por articular toda una serie de reivindicaciones de carácter vecinal, ecologista y feminista y su demanda de nuevos ámbitos de decisión no son en ningún caso ajenas a las perspectivas de actuación política propias de la postmodernidad.