La regente Blanca de Artois, una vez nombrado al gobernador general del reino, Pedro Sánchez de Monteagudo, viajó a Francia para solicitar la protección a su primo Felipe III "el Atrevido". La regente realizó el debido homenaje al rey francés por el ducado de Champaña y posteriormente, en mayo del año 1275, acordaron el matrimonio entre Juana y el segundo hijo de Felipe III, también llamado Felipe. A partir de este momento Juana pasaría a educarse en la Corte de Francia y el reino de Navarra quedaba bajo protección francesa. Esta solución tampoco fue del agrado de todos los navarros, pues algunas facciones interpretaron la protección de Francia como la asimilación de Navarra a este reino.