Concept

Identidad Nacional

Los distintos colectivos cuando construyen su identidad, a lo largo del siglo XIX, fundamentan su diferencialidad en base a una serie de argumentos. Al formular su identidad, como objetivamente establecida, justifican su discurso utilizando diversos rasgos diferenciadores. Entre los más citados se encuentran:

  1. Las Bases jurídicas
  2. Bases Geográficas
  3. Bases culturales

Este argumento pretende encontrar en el Derecho una clave que justifique la afirmación del derecho de los pueblos a disponer de ellos mismos. Las manifestaciones nacionalistas, que se producen durante el siglo XIX, se justifican en el Principio de las Nacionalidades. Según esta teoría, todo pueblo, por el solo hecho de serlo, tiene derecho a formar su propio Estado.

Para los autores defensores de esta idea, la identidad nacional se apoya en caracteres físicos. E. Rénan indicará que "la geografía -las que se llamaban fronteras naturales- tiene ciertamente una parte considerable en la división de las naciones. La geografía es uno de los factores esenciales de la historia". En este sentido factores como la frontera, presentada como accidente geográfico, durante mucho tiempo infranqueable, era considerada determinante para la afirmación de una originalidad nacional. La situación y el espacio gozan también de prestigio como factores diferenciados. En la obra del geógrafo Ratzel, encontramos estas dos características para explicar el surgimiento de las naciones. Ratzel distingue entre aquellos Estados con un pequeño espacio, abocados a la desaparición y los Estados con un gran espacio y brillante porvenir.

Otro de los rasgos más repetidos son los factores culturales. Dentro de estos elementos, la memoria histórica tiene gran fuerza descriptiva. Todos los grupos que definen su identidad, recurren a héroes legendarios, hechos pasados realizados en común, etc. Todos los grupos nacionalistas se esfuerzan por demostrar que tienen una historia que fundamenta su reivindicación. Desde la aportación de Herder y el pensamiento romántico, la lengua es la clave, el factor más señalado como signo de diferencia e identidad. También a veces ha sido destacada la religión como factor discriminante, aunque este factor ha tenido más o menos incidencia, dependiendo de que sea una religión exclusiva, como el judaísmo, o de una religión proselitista como el cristianismo.

La literatura ha tenido una función considerable en la definición de la identidad nacional. El ejemplo alemán del "Sturm und Drung" ha sido el más citado. En todos los casos la producción de la identidad nacional trajo consigo la creación de una literatura nacional que expresara los sentimientos nacionales.

Otros factores clave son los económicos y sociales. Las diferencias económicas y sociales han sido frecuente motivo de reivindicación y elemento importante en la construcción de la identidad nacional.

Estos elementos objetivos van acompañados del sentido subjetivo de pertenencia, aunque lo más importante para que el grupo pueda producir y persistir en su identidad es mantener su diferencialidad por encima de los contactos que necesariamente debe mantener con otros grupos. La persistencia de la identidad, sucede en tanto el grupo traza una frontera y establece los límites, desde los cuales la identidad puede ser pensada como diferente a las que le rodean. En este sentido, el rasgo más característico no lo proporciona compartir una cultura común, sino mantener el limite diferencial, es decir, la frontera desde la cual se puede manifestar la diferencia. Luego, la identidad nacional se mantiene, en tanto ese grupo sea capaz de producir y reproducir su diferencia respecto a otros colectivos.

En resumen, si bien es cierto lo que ya en el siglo XIX afirmara el activista italiano Mazzini, referente a la identidad nacional, al identificar ésta como "un pensamiento común un principio común, un objetivo común". También es verdad que no es suficiente, sino que se necesita el sentido subjetivo de pertenencia y, sobre todo, mantener el limite diferencial con otros colectivos. Los elementos anteriores se concretan en un proyecto histórico, una alternativa política. Todos los grupos y movimientos sociales han desarrollado un programa histórico, una propuesta política que variará dependiendo de su implantación social, su radicalidad política y su continuismo. Desde estos presupuestos, la identidad nacional es la conciencia colectiva de la población de un territorio, de estar unida por lazos objetivos y por un sentimiento general de pertenencia, para formar una comunidad.

La comunidad se identifica territorialmente con las fronteras del Estado-Nación, y socialmente con los signos, símbolos y códigos de funcionamiento que reproducen el sentido de unidad de la comunidad nacional. Por consiguiente, la identidad nacional así comprendida, reconoce en el Estado-Nación su soporte político y social. La realidad estado nacional es la manifestación de que la identidad existe; por ello, la identidad, a la vez que nacional es también estatal. Es decir, nación y estado son dos realidades entrelazadas, interpenetradas una de la otra.