Citas. La mención más antigua del nombre de esta tierra es Lapurdo refiriéndose a la ciudad o al área que más tarde se llamaría de Bayona. El texto se da en la llamada Notitia dignitatum, relación oficial de cargos civiles y militares del Bajo Imperio romano en el siglo IV (375-420) y dice así: "In provincia Novempopulana tribunos cohortis Novempopulanae Lapurdo". De ello se deduce que había en Lapurdo, región y fortaleza, un tribuno a la cabeza de una cohorte romana. Más tarde, Sidonio Apolinar (430-489) se refiere a las excelentes langostas lapurdenses. Gregorio de Tours (538-594) nos dice que en 587 Lapurdum fue adjudicada a Childeberto en el reparto del reino franco. El nombre actual Laburdi, Lapurdi o Labort, según las modas y gustos, es una derivación del viejo nombre. En el siglo IX el cartulario de Lescar menciona la "civitas laburdensi ".
En 1058 aparece un "laburdense" en el cartulario de Dax. Unos pocos años más tarde, en 1095, se cita el nombre de Bayona bajo el señorío de Fortun II Sancho "vicecomes Laburdensis". En 1110, en el Becerro de Leire, se lee un topónimo Lapurdiola, y en 1171, las bustalizas de Laporç que quizá no se refieran a Laburdi. En la Bula de Celestino III se consigna la extensión a la diócesis en 1194: "vallem que dicitur Laburdi ..." En la copiosa documentación latina recogida por Rymer vemos aparecer estas variantes pero también La Bort, como en el primer fuero de Laburdi de 1341: De Terre de la Bort, quod adjacet Regnis Hispaniae el Navarrae, extra Manum Regiam pon ponenda, (Foedera, II, 115). En este caso el la inicial podría ser profético. Ya en tiempos modernos se ve Laphurdi, en Axular, y Lauurdi en Ioannes D'Etcheberry, en 1718. Actualmente se ve en francés Labourd, y en español Laburdi o Lapurdi según los gustos. El gentilicio correspondiente suele ser laburdino o labortano y en euskara lapurtarra .
Se ha discutido mucho la etimología de Laburdi o Lapurdi pero con la agravante de que existen solamente dos acepciones vascas para la raíz labur, lapur; en el primer caso "corto", "limitado", y en el segundo "ladrón", quizás en acepción de "pirata". El -di final es un abundancial que se suele emplear con nombres de plantas generalmente. Otros le han dado origen céltico pero sin ninguna consistencia. En fin, no ha faltado tampoco la comparación de Burdi-gala, nombre de Burdeos, con Laburdi pero, esta vez, no gala sino vasca. Cabría también la posibilidad de que pudiéramos descomponer la voz en la profética la, bur emparentado con el bar preindoeuropeo "extremo, frontera, marca" y el abundancial -di, con lo que podría significar algo así como "frontera, borde". Una etimología popular inexcusable sería lau-ur, es decir zona de los cuatro ríos: Adur, Nive, Nivelle y Bidasoa.
BEL