Sancho III murió el 18 de octubre de 1035, en pleno apogeo de su poder. A su muerte dejó cinco hijos; el mayor de ellos, Ramiro, era hijo natural de Sancha de Aibar. De su matrimonio con Dª Munia de Castilla tuvo a García, Gonzalo, Fernando y a Jimena. García, como primogénito de los hijos legítimos, heredó los dominios de su reino excepto el reino de Aragón, reino creado sobre el antiguo condado en el que le sucedió Ramiro, y el condado de Castilla, condado sobre el que Sancho había ejercido su protección y que venía siendo regido desde 1029 por Fernando. Las tierras de Ribagorza y Sobrarbe correspondieron a Gonzalo, tierras que posteriormente pasarán a manos de Ramiro. García por tanto, recibió lo que era el núcleo patrimonial del reino de Pamplona y pasó a gobernar como García Sánchez III, "el de Nájera".