Monarquía y Nobleza

Sancho Garcés III El Mayor

La venganza de los Vela en la boda del "infant" García y Sancha (1028-1029). A la muerte del rey Alfonso V de León le sucedió su hijo Bermudo III (1028). Comenzó su reinado con once años de edad y bajo la protección de su madrastra la reina Urraca junto con otros obispos y condes. La situación de Castilla y León era difícil, inmersa en levantamientos a favor del rey de León y otros a favor de Castilla, más los levantamientos de la nobleza gallega. En estas circunstancias Sancho el Mayor y su hermana Urraca en León recurrieron de nuevo a una alianza matrimonial. Se concertó el matrimonio del "infant" García con la hermana de Bermudo, Sancha, que tenía entre trece y dieciséis años.

El linaje alavés de los Vela quiso aprovechar la celebración del enlace para asesinar a García cuando éste llegase a León para casarse con la princesa Sancha. Los Vela aún recordaban su desplazamiento del poder en tierras alavesas por parte de Fernán González y el triunfo de éste con la creación del Condado de Castilla. Ahora un sucesor del mismo Fernán González era protagonista en el ascenso de la casa condal de Castilla a casa real.

Comenzaron los preparativos para la boda y Sancho III acompañó a su cuñado García hasta la frontera de León. Las crónicas posteriores, algunas escritas dos siglos más tarde del suceso, narran que el conde fue asesinado cuando se dirigía con su comitiva hacia la iglesia de San Juan. García fue rodeado por un grupo de asaltantes y en el tumulto fue asesinado por uno de los hermanos Vela con sus propias manos, siendo también asesinada casi la totalidad de la comitiva. La noticia llegó al a Sancho "el Mayor" y mientras los Vela se refugiaron en un lugar seguro, que según algunos autores se trataría del castillo de Monzón, Sancho III se encaminó con sus tropas hacia la fortaleza y cargó contra los sublevados. Los hermanos Vela cayeron en sus manos y el monarca pamplonés mandó que fueran quemados vivos. Tras la muerte de García, la corona castellana recaía ahora en doña Munia, esposa de Sancho el Mayor. Castilla quedaba en manos del rey de Pamplona como un condado anexo a su reino.