La parroquia de San Pedro aún de origen medieval, fue reconstruida en el siglo XVI en estilo gótico renacentista. Correspondiendo a este momento la traza de la cabecera, crucero y nave. Más tarde, entre el siglo XVIII y XIX, se añade un cuarto tramo a los pies de la nave que se cubre con bóveda de crucería de nervios mixtilíneos para armonizar con las restantes cubiertas; dos capillas inmediatas al crucero, escaleras y coro. Al exterior la portada principal, torre y pórtico. Las ampliaciones estuvieron dirigidas por Antonio de Oteiza en 1772. Por último en 1855 se construye la nueva sacristía adosada a la cabecera del templo. El proyecto de Vicuña, de estilo neoclásico, es respetado por Pablo de Urroz que construye una monumental rotonda. La fachada, erigida a partir de 1776, se realizó combinando elementos tardo barrocos con otros neoclásicos e incluso renacentistas. Se articula con cuatro triples pilastras dórico-toscanas en tres calles. La central, mayor, alberga una portada retablo. Las laterales van articuladas con tres vanos superpuestos decrecientes de tamaño en altura. La parte izquierda sirve de base a una esbelta torre de dos cuerpos, prismático y ochavado respectivamente, rematando con una compleja cúpula. La otra lateral se corresponde con el pórtico. En el interior, pila de agua bendita del siglo XVIII. Una pila de bautismos del siglo XVI e imaginería popular barroca en la capilla del baptisterio. Retablo de San José en la capilla de su nombre, rococó, y un tornavoz de madera barroco que cobija una talla de la Virgen del Carmen, correspondiente a fines del siglo XVIII. En el crucero, un retablo de la Virgen del Rosario, manierista, de principios del XVII. En el muro frontal, un retablo de la Inmaculada que se concluyó en 1716 pero fue modificado con gusto neoclásico. Del lado de la epístola, el retablo de Santiago que data de 1716 y está profusamente decorado. En el ático se encuentra un lienzo con una escena de Santiago Matamoros, interesante dentro del período barroco en la merindad de Olite. El retablo de Cristo crucificado, el de San Francisco Javier y un retablo procedente de la ermita de Andión, completan las capillas. En un expositor de estilo rococó aparece la Virgen de Andión de iconografía medieval modificada en el siglo XVIII. Sillería de estilo rococó en el coro. Varias tallas de diferentes épocas y estilos y numerosa orfebrería en la nueva sacristía. Retablo principal de la parroquia, renacentista, firmado en 1594 por Bernabé Imberto. De orientación netamente grecorromana, el efecto es grandioso debido sólo a su arquitectura. Aparecen frontones, columnas de los tres órdenes, salientes y entrantes y cornisas apenas decoradas con efectos perspectivistas. El primer cuerpo con escenas de la Pasión, y tras un entrepaño con doctores y vírgenes, el segundo cuerpo con escenas de San Pedro y los bultos de San Andrés y San Pablo. Otro entrepaño lleva los evangelistas. El tercer cuerpo lleva escenas de la vida de la Virgen y dos santas. El Calvario remata la obra con San Juan, la Virgen y los Apóstoles. En el s. XIX se deshizo el sagrario en piezas que se aprovecharon parcialmente junto con un ostensorio barroco. Elegante policromía que se aparta de los modos usuales de los maestros de Navarra, tal vez de Alonso de Logroño y Vega. Sagrario que vino de otra iglesia con temas esculpidos del citado Imberto y buena policromía. Iglesia de Santa María, primitiva parroquia medieval totalmente restaurada en el siglo XIX. Planta rectangular con nave única de cuatro tramos y cabecera cuadrada. Al exterior gruesos sillares en los muros, articulados con contrafuertes prismáticos. En el interior un pequeño retablo del Santo Cristo obra del siglo XIX con traza idéntica al de su colateral, llamado de Santa Ana. También del siglo XIX es el retablo mayor aunque se aprovechan relieves de comienzos del XVI procedentes de un convento de religiosas de Estella. De estilo plateresco, lo que queda de su arquitectura da idea de ser una obra importante. Una mala capa de purpurina y aluminio enmascara la bondad de esta obra, que algunos han atribuido a Pedro de Gaviria (¿hacia 1580?). Ermita de Nuestra Sra. de Andión, estilo protogótico del siglo XIII del que se conservan los muros con sus pilastras y el espacio interno del edificio más la cubierta de los pies y una puerta. La capilla mayor fue remodelada en estilo barroco en el siglo XVII y la puerta de la fachada es del XV. Sobre ésta se coloca una espadaña con dos arcos de traza moderna. El retablo mayor es de estilo barroco. Ermita de Santiago, del siglo XVI, situada en un alto y hoy muy reformada. Nave de dos tramos, cabecera recta y cubierta a dos aguas. Tallas barrocas populares en el interior. Quedan dos piezas de un antiguo terno renacentista atribuido al bordador Antonio de Estanga. Pertenecieron al Monasterio de Leire hasta la desamortización. El puente sobre el río Arga, de origen romano, consta de siete arcos, algunos de ellos apuntados. Fue parcialmente destruido en el s. XV y durante las guerras carlistas y renovado en el s. XIX. En la plaza de los Fueros se encuentra el Ayuntamiento, obra de cantería del s. XVII de dos cuerpos y ático separados por imposta lisa. Sus huecos son dinteles que en el primer cuerpo forman un balcón corrido con escudo gótico del s. XV sobre escudete con castillo, entre leones tenantes y corona abierta por timbre. En la misma plaza, una de las casas presenta un escudo rococó de la segunda mitad del s. XVIII sobre querubín inferior, entre niños tenantes y yelmo por timbre. En la c/ San Pedro se pueden ver un par de casas del s. XVI con portaoles de medio punto. La c/ de la Cerca cuenta con un edificio del s. XVII de dos cuerpos de cantería y ático de sillarejo, articulados por ventanas rectas. En la fachada luce un escudo de piedra, del s. XVIII, sobre mascarón inferior infantil entre serpientes, leones portantes y yelmo por timbre entre angelotes. La casa n.° 22 de la c/ Bernardino Ayala, muy restaurada, conserva un portalón de medio punto con placa en la clave. Consta de cuatro cuerpos de sillería, los dos superiores con balcones rectos y algunos de ellos con forja antigua. En la fachada conserva un escudo neoclásico de piedra. El n.° 16 es un viejo torreón prismático de sillarejo. El n.° 4, de dos cuerpos y ático de sillería articulados por ventanas rectas, se puede fechar en el s. XVII. El n.° 2 exhibe un escudo rococó de la segunda mitad del s. XVIII sobre dos querubines inferiores, entre leones portantes y yelmo por timbre. El n.° 17 de la c/ General Mola luce un escudo parcialmente perdido y el n.° 18 tiene arco apuntado del s. XVI. El n.° 17 de la c/ Martín Salvador corresponde a una casa barroca de dos cuerpos y ático de sillería y sillarejo, con escudo rococó de la segunda mitad del s. XVIII en la fachada. El n.° 13 conserva un escudo rococó de la segunda mitad del s. XVIII, con mascarón y dos leones inferior, timbrado por yelmo. El n.° 23 es una gran casa de dos cuerpos de sillería y ático de sillarejo con arco de ingreso de medio punto, situándose en la parte superior de éste un escudo cuartelado. Algo más arriba, otro escudo rococó de la segunda mitad del s. XVIII. El n.° 9 es un inmueble de dos cuerpos y ático con portalón central de medio punto y adintelados el resto de los huecos. El n.° 8 es una monumental casa del s. XVIII, con tres cuerpos y ático de sillería, articulados por vanos rectos, menos el de ingreso que es un arco de medio punto. Exhibe un blasón rococó timbrado por yelmo. El n.°5 corresponde a un edificio neoclásico de dos cuerpos y ático y escudo liso, bajo dosel. El n.° 37 de la c/ Navarrería, barroco del s. XVIII, es de primer cuerpo de sillar y dos de ladrillo con enmarques de cantería. El n.° 25 ostenta escudo rococó de la segunda mitad del s. XVIII sobre querubín inferior, entre cuernos de la abundancia y yelmo por timbre. El n.° 26 luce escudo rococó, de la misma época que el anterior, sobre querubín inferior, entre leones tenantes y yelmo. El n.° 2 conserva un portalón apuntado del s. XVI con escudo decorado con las llaves de San Pedro y el anagrama de Cristo en caracteres góticos en la clave. La c/ de los Angeles cuenta con una casa del s. XVI de tres cuerpos de sillería parcialmente revocados y ventanas rectas igual que la puerta de ingreso con molduras y orejetas. Conserva un escudo con bordura de cartelas de cueros y yelmo. La casa n.° 7 tiene arco apuntado del s. XVI y en la clave medio escudo con llaves y estrella. El n.° 11 ostenta un escudo de comienzos del s. XVIII de estilo barroco. En el interior del edificio siguiente luce un escudo de finales del s. XVIII. En una casa en esquina se observa otro escudo rococó fechado en 1773, con querubín inferior y yelmo por timbre. (Ref. C. M. N., M. de Olite).