Concepto

Literatura Vasca Clásica. Siglo XVIII

En el sur la producción de libros en euskera comenzó en el siglo XVIII, mucho más tarde que en el norte. Dicha producción se limitó, además, a los libros religiosos. La lengua de cultura era el castellano, y el euskera estaba fuera del ámbito de la enseñanza. Desde mediados del siglo, surgió y se desarrolló el guipuzcoano literario, por influencia de la gramática y el diccionario de Larramendi. Los jesuitas Kardaberaz y Mendiburu publicaron muchos libros religiosos. Su influencia es manifiesta en Ubillos y Lizarraga de Elkano. Este último escribió en el dialecto alto-navarro meridional.

Nacido en Andoain, ingresó en la Compañía de Jesús y fue profesor de la universidad de Salamanca. Fue un hombre polifacético: lexicógrafo, gramático, crítico, predicador, teórico de la política, etc. Obras:

El Imposible Vencido. Arte de la Lengua Bascongada (Salamanca, 1729).

Diccionario Trilinguë del Castellano, Bascuence y Latin (Donostia, 1745).

Euskararen etorkiaz: De la antiguëdad y universalidad del Bascuence en España (1728).

Escritos histórico-políticos sobre el País Vasco: Discurso histórico sobre la antigua famosa Cantabria (1736). Mucho más tardíamente, a finales del s. XX, se publicó Sobre los fueros de Guipuzcoa (1983).

Corografía o descripción general de la M.N. y M. L. Provincia de la Provincia de Guipuzcoa se publicó también a finales del S. XX (1882). Esta obra contiene una descripción de la provincia de Gipuzkoa y su economía, carácter, modo de vida, juegos, religiosidad y lengua.

En euskera escribió el prólogo a la obra de Mendiburu Jesusen Bihotzaren Debozioa (Devoción al Corazón de Jesús) (1747) y algunos sermones. En estos escritos el autor se muestra elocuente y retórico, brillante, abundante y rico en léxico, y lleno de humor.

  • La influencia de Larramendi y el surgimiento del guipuzcoano literario

Larramendi, por medio de su gramática (1729) y diccionario (1745) quiso convertir el euskera en lengua de cultura. Larramendi se hizo famoso por su diccionario, una obra gigantesca, cuyas voces fueron en gran parte recogidas del euskera escrito y hablado, aunque otras muchas, demasiadas, las inventó, principalmente las palabras técnicas, facultativas o de las diversas ramas del saber. Como consecuencia del influjo de Larramendi, el euskera escrito (catecismos) e incluso el hablado de la predicación (sermones) mejoraron notablemente.

Larramendi fue el maestro indiscutible y reconocido en su tiempo, y ejerció gran influencia en la literatura vasca durante más de cien años, sobre todo en el sur pero también en el norte. Fue la fuente de los lexicógrafos en los siglos XVIII y XIX. Tuvo gran fama, especialmente en la época de renovación literaria de últimos del XIX, pero su nombre e influencia decayeron en el siglo XX.

Como consecuencia de la renovación auspiciada por Larramendi surgió el guipuzcoano literario, desarrollado por los seguidores de aquél, principalmente Kardaberaz y Mendiburu.

Kardaberaz y Mendiburu eran predicadores y tomaron el propósito de publicar libros. La mayoría de sus libros fueron libros de oraciones y devocionarios, escritos en euskera fácilmente inteligible.

La producción de libros en guipuzcoano estuvo en auge desde mediados del siglo XVIII en adelante. Pero a fines del siglo comenzó el decaimiento. En 1766 el ministro Aranda prohibió la publicación de libros en euskera, incluso los de tema religioso. El permiso de publicación estaba en manos del corregidor o de las autoridades religiosas, lo que constituyó un gran obstáculo, además de las dificultades económicas que conllevaba la publicación.

Nacido en Henani, ingresó en la Compañía de Jesús y se dedicó a la propagación de la devoción y a la fundación de Congregaciones del Sagrado Corazón de Jesús. Impulsó la publicación de libros en euskera.

Escribió y publicó libros de doctrina, ascética y oración. Pero también escribió obras de otro tipo. Es famosa la obra que trata sobre el euskera y su enseñanza: Euskeraren berri onak: eta ondo eskribitzeko, ondo irakurteko, ta ondo itzegiteko Erreglak (Buenas nuevas del euskera y reglas para escribir y hablar bien) (1761). Se le conoce como "Retórica vasca" y da reglas sobre cómo hablar y escribir bien, con ejemplos modélicos de retórica natural. La obra llamada (Kristauaren) Kortesia (Cortesía (del Cristiano), escrita entre 1745 y 1766, pretende enseñar cómo deben ser los modales de los muchachos en casa y en la escuela, en la calle y en la iglesia.

El guipuzcoano de Kardaberaz es próximo al vizcaíno. Kardaberaz no es purista (en el léxico), como lo es Mendiburu, pero sí vivo, por lo que siempre ha sido muy leído.

Nacido en Oiartzun, jesuíta, fue un predicador famoso. Manifestó ser partidario de una moral estrecha en la polémica con Larramendi acerca de las danzas y festejos taurinos vascos.

Obras más conocidas:

Jesusen Bihotzaren Debozioa (La devoción del Corazón de Jesús) (1747) es traducción o adaptación, en parte al menos. En su segunda edición (1751) el tipo de euskera es mucho más próximo al navarro que en la primera; también se nota la influencia de los labortanos clásicos y sobre todo la de Etxeberri de Ziburu.

Otoitz-gaiak (Materias de oración), en tres tomos (1759-1760).

Reconocido como maestro, Mendiburu tuvo fama e influencia en Ubillos y otros posteriores (J. A. Mogel, Agirre de Asteasu, G. Arrue). Es purista en el léxico, aunque no partidario de los neologismos de Larramendi. Es renovador en el empleo de sufijos, rico en las formas verbales, depurado en la sintaxis y el orden de las palabras. Maneja la lengua con soltura y elegancia; en fin, es un estilista. Pero, por otra parte, construye frases largas y bastante rígidas, y su prosa resulta de poca fuerza y viveza.

Kristau doktriñ berri-ekarlea (Catecismo que informa de las verdades que debe creer el cristiano) (1785). Este libro ha tenido buena fama. Es traducción de la versión castellana del Catéchisme Historique de Fleury, realizada literalmente pero no atada al texto castellano. Ubillos es purista en el léxico, aunque no por emplear especialmente, los neologismos de Larramendi. Su lenguaje es cultivado, selecto y rico, sin dejar de ser castizo. Es patente la influencia de Axular, Larregi y Mendiburu.

Nacido en Elkanon (valle de Egües). Ejerció el sacerdocio durante toda su vida en su pueblo natal. Preparaba por escrito las materias para los oficios religiosos y para la enseñanza de la doctrina. Sus abundantes obras son similares, por el contenido, a las de Kardaberaz y Mendiburu; en cuanto a lengua y estilo, se asemejan a las de éste último. No se publicaron en vida del autor, la mayoría lo fueron en las dos últimas décadas del s. XX. Urteko Igande guztietako Platikak edo Itzaldiak (Pláticas y sermones para todos los domingos del año) (1846), fue publicada en un euskera de matiz guipuzcoano conferido por Pascual Iturriaga.

El interés por la obra de Joakin Lizarraga es, sobre todo, lingüístico: fue testigo del dialecto que se conoce como "altonavarro meridional"; este dialecto, hoy desaparecido casi en su totalidad, se hablaba en tiempos del autor en toda la zona de Pamplona y era el más extenso geográficamente. Lizarraga muestra riqueza de formas verbales y léxico, sobre todo en palabras navarras. Su estilo es fluido.