Concepto

Intercambios de género en las fiestas de Euskal Herria

Se entiende por intercambio/transgresión de género en la vestimenta festiva, aquellos casos en los que hombres o mujeres se presentan, en fiestas ritualizadas, con atavíos festivos que tradicionalmente corresponden al otro sexo. Estos travestismos pueden estar completamente asumidos y formar parte del ritual, o pueden responder a una nueva realidad en la que las mujeres se han ido incorporando a los rituales festivos antes vedados para ellas, y lo han hecho asumiendo en mayor o menor medida la tradicional vestimenta masculina.

El travestismo más habitual y aceptado se produce en carnaval. Tradicionalmente, los hombres, generalmente los jóvenes (en la mayor parte de los carnavales no participaban activamente las mujeres) se disfrazaban, y a menudo lo hacían de mujer. Esta usurpación de la representación femenina muchas veces se hacía ridiculizando a éstas, y solía estar acompañada de canciones burlescas, de contenido machista, en las que aparecía la exigencia de la virginidad, como puede verse en muchas coplas recogidas por Garmendia, en localidades navarras, con motivo de esas fiestas. El que sean los jóvenes varones quienes tradicionalmente han adoptado este papel en los carnavales, Dolores Juliano lo interpreta como una forma de reafirmación de la dominación masculina, legitimada por ritos iniciáticos de paso para los jóvenes y de aprendizaje para los niños, para el mantenimiento de la subordinación femenina; esta práctica se mantiene en la actualidad tanto en carnavales rurales como urbanos.

Las transgresiones de género aparecen bien a través de disfraces improvisados, o de personajes tipificados. Por ejemplo, en Zalduondo (Álava), un hombre protagoniza a la "vieja", que a su vez porta un muñeco a la espalda que representa a un viejo. En una comparsa de caldereros donostiarras, los hombres se disfrazan también de mujer, y siguen sin admitir la presencia de mujeres, ni siquiera para representar papeles femeninos, mientras que otras comparsas admiten hombres y mujeres en cualquier papel; en el caso de la "reina" y las "damas", personajes centrales en esta fiesta, siempre son papeles representados por hombres, de aspecto viril, que actúan de forma grotesca y divertida. En alguna ocasión, en la comparsa mixta, esos papeles han sido representados por mujeres, sin éxito, lo que reafirmaría el hecho y relación en la existencia de un modelo dominante -el masculino- que puede ser interpretado por mujeres, sin causar mofa, y uno subordinado -el femenino-, que se muestra hiperrepresentado y estereotipado.

En cambio, en los carnavales suletinos, "maskaradak", donde tradicionalmente solo participaban hombres, a partir de los años 70 del siglo XX las mujeres comenzaron a participar asumiendo los papeles "femeninos" (kantiniersa o cantinera, anderea o señora...), hasta que se han incorporado a cualquier otro. En el caso de las comparsas de "iñudeak eta artzaiak" (nodrizas y pastores), las primeras son interpretadas por mujeres y los segundos por varones en Irun y San Sebastián; pero en la localidad navarra de Bera los papeles se invierten.