Concepto

Intercambios de género en las fiestas de Euskal Herria

La incorporación de prendas tradicionalmente consideradas femeninas a atuendos masculinos no es extraña en algunas danzas y otros rituales, sin que ello conlleve una consideración de cambio de género, a veces al contrario: en los carnavales bidasotarras, cuyos componentes más conocidos en la actualidad son los joaldunak de Ituren y Zubieta, era habitual que los mozos incorporaran a sus disfraces las azpiko gonak blancas (combinaciones: literalmente, faldas de abajo), obviamente sobre los pantalones; eran prendas cedidas por mujeres de la familia, o indicadoras de un compromiso matrimonial. Asimismo, los "atorrak" ("camisas", también portan faldas, y fundas de almohada en la cabeza) del carnaval de Mundaka (Bizkaia), muestran los encajes elaborados por las mujeres de la familia. En el Corpus de Oñati, algunos danzantes portan una faldilla sobre el pantalón, nada extraño en el folklore de muchas regiones europeas. Hacen los giros más vistosos. Tal vez han sustituido al faldón de la camisa bajo la faja, cuando las camisas eran más largas, como siguen llevando algunos danzantes. Cuando el danzarín y coreógrafo Iztueta habla del atuendo de los ezpatadantzaris no citaba las faldillas, pero describe las vestimentas como "tan adecuadas y pulcras que cuando salían a danzar adornados con ellas daba la impresión de que volaban en el aire como pájaros".

Un caso contrario sería la boina de las cantineras de los alardes, y posteriormente de otros desfiles. Prenda en origen masculina, se incorporó a los uniformes de las cantineras durante la Segunda Guerra Carlista, por lo que fue incorporada al traje folklorizado de las mismas. Desde mediados del siglo XX, cuando los colores blanco, rojo y negro se extendieron a toda la población los días de fiesta, es habitual que muchas espectadoras de los alardes bidasotarras hayan incorporado a su vestimenta festiva la boina y la faja rojas, así como el pañuelo corto al cuello, prendas que, mientras estuvieron en uso diario y eran generalmente de colores oscuros, se consideraban exclusivamente masculinas.