Concepto

Hermenéutica de la danza

Una vez concebida la danza (tradicional o no) como medio de expresión, nos queda por analizar uno a uno los diferentes elementos que la componen.

Como ha quedado dicho más arriba, hemos de tener en cuenta tanto la sincronía (la ejecución actual) cuanto la diacronía (su evolución en el tiempo).

Por otro lado, hemos de diferenciar, en cada uno de los casos, los siguientes elementos:

  • El emisor: se trata de quien danza, sus inquietudes, sus deseos, su ánimo, sus circunstancias, etc. ¿Quién quiere transmitir? Esa es la pregunta fundamental, donde, como respuesta podemos encontrar a las autoridades, al pueblo llano, diversas profesiones y otras tantas.
  • El receptor: marca a quién va dirigida la danza; en este caso bien puede ser a personas concretas (en el caso de bodas u otras celebraciones), a eventos sociales (muestras culturales, políticas o de otra índole), a favorecer o entorpecer fenómenos naturales (lluvias, sequías, u otros por el estilo), o a la divinidad en sus diversas manifestaciones (santos, iglesias, patronos, dioses).
  • El canal va a ser, en nuestro caso, el movimiento corporal o su carencia, ambos tomados con similar valor.
  • El código debe centrar su estudio en los diferentes movimientos, y en el significado que se pueda dar a cada uno de ellos en particular.
  • El contexto tiene por necesidad diferenciar diversos aspectos, como son: su extensión geográfica, sus coreografías, su historia, su relación con la economía, las creencias, la religión, y otros elementos que puedan ayudar a esclarecer el sentido y significado de las danzas y sus pasos.
  • Por último, el mensaje que se quiera transmitir también debe ser analizado por separado.