Literatos

Estornés Lasa, Bernardo

En diciembre de ese año es nombrado Jefe de Oficina de esta asociación en San Sebastián. Y unos meses después abría en ella una céntrica Academia de Comercio, cuya dirección simultaneó con el trabajo aludido y en la que dio cabida, de forma entonces inusual, al euskera. De todos los contactos efectuados por el joven Estornés hasta entonces, ninguno fue tan decisivo como el establecido con los socios y la Biblioteca de Eusko Ikaskuntza. Dicha Biblioteca, abierta hacía sólo dos años, comenzaba a reunir obras modernas de tipo general y libros clásicos de la vascología, tan de moda en la Europa de entonces. Recibía, además, prácticamente todos los periódicos y revistas vascos. En ella, Estornés, entre otras cosas, establecía el criterio de compras y auxiliaba a D. Julio de Urquijo en la tarea de analizar y preparar los originales de la Revista Internacional de Estudios Vascos (RIEV) fundada por este erudito en 1907.

Allí trabó amistad con Gregorio Mújica, promotor de Euskal-Erria'ren Alde y Euskal Esnalea, y con José de Ariztimuño "Aitzol", impulsor de variadas actividades paranacionalistas, entre las cuales "Euskaltzaleak" en pro de la lengua vasca. También con muchas otras personalidades de la cultura vasca como los poetas Lizardi, Orixe y Lauaxeta, los euskerólogos Azkue, Eguskitza, Altube, Olabide, los antropólogos Aranzadi, Eguren y Barandiarán, el exquisito músico y musicólogo P. Donostia, el jurista Bonifacio de Echegaray, el escritor Ramón de Berraondo "Martín de Anguiozar", el erudito médico Justo Gárate, el euskerólogo Georges Lacombe, el inquieto promotor Pierre Lafitte, el insustituible secretario de la Sociedad Ángel de Apraiz, etc.

En setiembre de 1930 toma parte en el V Congreso de Estudios Vascos celebrado en Bergara que, al margen de su temática básica (Arte Popular, sobre el que presenta una comunicación), acuerda la elaboración de un Anteproyecto de Estatuto, el pronto controvertido Estatuto General de Estado Vasco (EGEV) de 1931.

Estornés asistirá a las arduas reuniones preparatorias de este texto, como secretario de la Comisión, siendo ya miembro afiliado al Partido Nacionalista Vasco de San Sebastián y establecida ya la II República el 14 de abril de 1931. En esta ocasión trabará conocimiento con José Antonio de Aguirre y el Movimiento de Alcaldes. Los hermanos Estornés Lasa no se habían olvidado, ni mucho menos, de Isaba. En esta localidad de 1.157 almas, tras la dimisión de los 9 concejales elegidos en abril de 1931 por el artículo 29, las elecciones extraordinarias de mayo habían colocado en el Ayuntamiento a 6 "derechas" y 3 republicanos. Su participación en las Asambleas estatutistas de 1931 y 1932 había sido casi nulo; sólo se sabe que votaron por "ningún Estatuto" y que de existir alguno, lo preferían, como hijos de un valle tradicionalmente liberal, laico, es decir, sin la venenosa enmienda concordataria. Aún así, se constituyó una célula del PNV con dos maestras y un hermano Estornés, Mariano. Esta célula, en estrecho contacto con Bernardo Estornés y el Napar Buru Batza, organizó, el 2 de octubre de 1932, el primer mitin nacionalista conocido en el valle, con la participación de Manuel Irujo, Mercedes Kareaga, José Antonio Aguirre y Ariztimuño "Aitzol". Por lo demás, la participación de nuestro biografiado en los actos del Partido fue más bien discreta, dedicado a actividades culturales mucho más afines a su modo de ser que las directamente políticas.

Una de estas actividades fue el libro escolar. Uno de los principales problemas con los que tropezaba el renaciente movimiento de escuelas vascas (ikastolak) en 1931 fue el de la escasez de textos escolares en euskera. El Xabiertxo de López Mendizabal, editado hacía más de un lustro, se había agotado. Estornés, que desde adolescente había manifestado una marcada vena pedagógica y publicitaria, redacta un texto, Sabin euskalduna, que, vertido al euskera por Agustín Zumalabe e ilustrado por "Txiki" y Santos Echeberría, tuvo un gran éxito.

Otro era la carencia de un texto sintético, de un Manual de Historia Vasca adecuado a las necesidades escolares. Dos navarros, habían, sin embargo, optado por emprender la tarea. Uno fue Bernardino de Estella que, a fines de 1931 publica en Bilbao su Historia Vasca. Otro, Bernardo Estornés, que a comienzos de 1933, da a la luz en Zarautz su Historia del País Basco, con ilustraciones y mapa. Ambas obras, de marcado carácter nacionalista, era lo que el nacionalismo vasco estaba esperando. Llegados a este punto, los directivos de Eusko Ikaskuntza encargan a Estornés una versión infantil en euskera de su historia, que éste realiza.

El éxito de venta abre a Estornés al campo de la edición. Su actividad redobla. Entre 1933-1934 crea la editora Beñat Idaztiak y la Colección Zabalkundea para la que consigue más de 2.000 suscripciones, un auténtico récord en su época. El Consejo Asesor de Zabalkundea lo constituyeron Ángel Irigaray, José de Ariztimuño, P. Alzo y José Miguel de Barandiarán. Su hermano Mariano, licenciado en Filosofía y Letras, participa también en la tarea. En 1935 decide dedicarse de lleno a las tareas editoras y publicistas. Aparecen artículos suyos en diarios y revistas. También libros: dentro de la Colección Zabalkundea publica en 1935 sus Historia Vasca. Euskal Edestia e Indumentaria Vasca con gran número de ilustraciones.

Los restantes títulos editados en ella fueron: Blancos y Negros (1934) de Campión, El hombre primitivo en el País Vasco (1934) de Barandiarán, Narraciones Vascas (2 vols., 1934) de Campión, Castillos medievales de Navarra (2 vols., 1934) de Altadill, Historia de la Monja Alférez Catalina de Erauso (1934), Garoa (1935) de Domingo Aguirre, Narraciones Vascas (III, 1935), Aspectos de la vida profesional vasca(1935) de Thalamas Labandibar, Elerti (1935), La Democracia en Euzkadi (1935) de J. de Urkina (Ariztimuño), Literatura Oral euskerica (1936) de Manuel Lecuona, El genio de Navarra (1936) de Campión, Don García Almoravid (1936) de Campión y el vol. III de Castillos... de Altadill (1936). Una edición del Fuero de Zuberoa, con su correspondiente traducción al castellano, se hallaba ya compuesta, aunque sin tirar definitivamente, cuando estalla la guerra de 1936-1939.

Pero el proyecto más ambicioso de Estornés rebasa el de una mera colección literaria. Un prospecto de esos meses da cuenta de la preparación de lo que luego, muchos años después, sería la Enciclopedia General Ilustrada del País Vasco. Estornés traza entre 1935-1936 las líneas maestras de la misma. Recluta colaboradores entre lo más formado del movimiento vasquista del momento: Aranzadi, Ariztimuño, Azkue, Barandiarán, P. Donostia, Echegaray, Gárate, Irigaray, Campión, Lafitte, Lecuona, Orixe, Veyrin, etc.