Léxico

DIBUJO

El cartel. Muchos artistas plásticos y diseñadores gráficos del país vasco le han prestado bastante atención y tiempo a la producción del cartel habiendo obtenido en este campo innumerables obras de indudable calidad y valía artística. Se trata de carteles, unas veces más artísticos y culturales, otras más industriales y publicitarios, pero en casi todos los casos el resultado es magnífico. Se trata de una Iconosfera Moderna y Contemporánea con la que hemos vivido y crecido muchos de nosotros. De una Iconosfera que pertenece a la Cultura Visual de Masas de nuestros días. De una Cultura que ha configurado en parte nuestros gustos y referencias hasta convertirlos en objetos de deseo y de culto, de referencia social y de estudio.

El cartelismo que surgió en Francia e Inglaterra a fines del s. XIX ( Toulouse Lautrec, Adolphe Willete, Dudley Hardy, James Pryde), pronto llegó a España y también se implantó entre nosotros a través de importantes Empresas, como Gráficas Laborde y Labayen, y Tuduri y Echeverría de Tolosa, no siendo hasta las décadas de los años 20-30 del siglo XX, con la industrialización y la concentración urbana, cuando cuaje y se expanda la técnica del cartel como medio de comunicación y de agitación de masas.

San Sebastián será pionera en la impresión de sus primeros carteles de toros respecto a otras ciudades españolas como Madrid, Zaragoza, y Sevilla, adelantándose a éstas, al decir del escritor y publicista Rafael Aguirre Franco, en siete años. Los primeros carteles de toros de M. Salbi (1883), Marcelino de Unceta (1897), y F. Macías (1898) ya aparecen datados en esas fechas junto a los de E. Dorda (1902) y Daniel Perea (1900). Texto e ilustración plástica mantienen ya en estos primeros carteles un sano equilibrio. Las escenas taurinas de toros, toreros y manolas, así como algunos paisajes de la ciudad están trazados con un sano realismo de raigambre academicista.

Junto a la profesionalización del dibujante-grafista en las primeras décadas del siglo XX, asegurará por otro lado la historiadora del arte Maya Aguiriano, y en órden al factor de calidad de los carteles, hemos de tener en cuenta la aportación de una serie de pintores, dibujantes y arquitectos que de forma ocasional o más o menos continuada, y por lo general para temas culturales, deportivos e industriales realizaron carteles.

Entre los primeros hay que citar a Rafael de Penagos, Pedro Antequera Azpiri, Rafael Elósegui, Jose María de Asúa, Casla, Prieto, y Jhon Zabalo (Txiki). Entre los segundos no podemos olvidar a Aurelio Arteta, Carlos Landi, Ascensio Martiarena, Nicolás Múgica, Eduardo Lagarde, Ramiro Arrue, y Agustín y José María Ansa entre otros. Algunos de los mejores carteles producidos en las primeras décadas enlazan y entroncan además con las vanguardias históricas de este siglo: fauvismo, futurismo, cubismo, expresionismo, surrealismo, realismo.

De todo un poco hay entre los mejores artistas y diseñadores de la primera mitad del siglo XX. Algunos de los carteles diseñados y estampados por Rafael Penagos,Rafael Elósegui, Aurelio Arteta, Juan Cabanas Erauskin, Carlos Landi, Nicolas Múgica, Eduardo Lagarde y Pedro Antequera Azpiri se han convertido ya en obras clásicas buscadas y admiradas por coleccionistas y expertos, por historiadores y críticos de arte. Sus carteles presentan la costa del litoral cantábrico, playas de Zarautz, Biarritz y Donostia, con sus montes, gaviotas, toldos, paseos, barcos y veleros, bañistas, turistas, autóctonos, arrantzales y remeros, gozan y se mueven en una naturaleza privilegiada, hecha para el placer y lo lúdico. Eslóganes como "Zarautz, playa de moda. La más espaciosa del Cantábrico. Mar y montaña, montaña y mar. Pida usted detalles al Ayuntamiento", "San Sebastián (España). La Playa Real", "San Sebastián. Regatas de Traineras", "San Sebastián. Gran Semana Vasca. Bellas Artes. Deportes. Teatro y Danzas", son eventos y manifestaciones de una industria cultural que comenzó a fines del siglo XIX, se fue desarrollando y gestando en las décadas de los felices años 20 y 30, y que posteriormente se ha visto retomada y relanzada en las décadas de la postguerra española.

San Sebastián, Biarritz, Zarautz, Bilbao y El Abra, y toda la Costa Vasca, con su "clima ideal", sus manifestaciones lúdicas de baños, aguas termales, partidos de pelota, competiciones de traineras, veleros y embarcaciones de recreo, circuitos de coches de carrera y caballos, manifestaciones del arte y de la moda, harán de esta franja cercana a los Pirineos y la convertirán en un lugar codiciado y privilegiado. Se trata tal como aparece en la cartelería en un lugar ideal para el cultivo del cuerpo y del espíritu, en el que un suave bronceado, una buena gastronomía y la adquisición de prendas de moda para el cercano invierno lo reunían y reúnen casi todo para pasar unas buenas vacaciones en el Norte al más remiso y sufrido de los carpetovetónicos.

Ya en las décadas de los 30 al 50 comienza a aparecer el diseño de dibujantes gráficos y estudios de publicidad como Estudio Zeus,e Ideax que pronto conectarán con Estudios como los de las empresas Laborde y Labayen, Tuduri y Echeberria en Tolosa, o los Valverde de San Sebastián y Usurbil. Martínez Utrilla, Antonio Valverde, E.Ortiz de Urbina, Fernando Boronat, Bort, Alfredo Tienda, Jose Antonio Sota, Tomás Hernández Mendizabal, Félix Garrido, Juan Torregaray, Alfredo Arjona , Angel Castillo, Casla, Calparsoro, L.E.Velasco, Rafael Munoa y José Luis Usabiaga, son algunos de los dibujantes que retoman poéticas constructivistas y serialistas, neoartetianas y cubistificadas en diversos niveles y grados. La herencia cezanniana y artetiana sigue pesando también en estas décadas. Me atrevería a decir que casi hasta nuestros días. Muchos de estos autores por otro lado, reutilizan estas tendencias y poéticas con un cierto sabor naif e ingénuo, plasmando paisajes y objetos para publicitar la ciudad como lugar de ocio y turismo, siempre con un aire atractivo y moderno.

Los carteles diseñados por Estudios Ideax en torno a 1952, suponen ya un camino intermeio entre los trazados por dibujantes y artistas y los que posteriormente serán realizados en estudios publicitarios utilizando más la fotografía de reconocidos fotógrafos: Sigfrido Koch, Alberto Schommer, Iñaki Aguirre Franko y otros. En las décadas de los años 60-70 la fotografía, directa o manipulada ya comienza a codearse con el diseño de estudios y artistas en la cartelería del país vasco.

En las últimas décadas del siglo XX, 1970-2000, conviene resaltar las figuras de Félix Garrido, por su radical minimalismo y colorido, Tomás Hernández Mendizabal y José Luis Zumeta en las corrientes expresionistas, Juan Torregaray y Carlos Zabala, dentro de los nuevos realismos, Sigfrido Koch, Alberto Schommer, Iñaki Aguirre Franko y Estudio Artimaña ( Ana Obradors y Tony Galindo) en la incorporación y manipulación fotográfica. El equipo Artimaña es quizá quien ha utilizado más y mejor el diseño y manipulación de la imagen por ordenador a lo largo de la última década y a comienzos del siglo XXI sobre todo en los Carteles del Festival Internacional de Cine de Donostia-San Sebastián.

También en Iparralde (País Vasco norte) el cartel dejará inmejorables muestras a fines del siglo XIX y a lo largo de todo el siglo XX. Industrialización y turismo irán indefectiblemente unidos, y las playas y los deportes rurales serán fuente inagotable para diseñadores, artistas y dibujantes tanto de Francia como del País Vasco.

Hugo d ´Alesi trazará en 1885 un cartel académico y neoclásico de las Thermes salins de Biarritz. Y Clementin-Hélène Dufau plasmará en 1896 un espléndido partido de pelota vasca en estilo modernista, siguiendo las huellas del mejor Toulouse Lautrec. Pero serán los artistas de los felices años veinte y treinta, los que imbuídos por el realismo costumbrista y por las corrientes cubistas y decorativistas, quienes dejarán carteles de alta calidad artística y profundo significado etnicista. Entre todos éllos debemos de reseñar por sus altas cualidades a Pablo Tillac, Ramiro Arrúe, Roger Darricarrère, Constant Duval, Piaubert, Dumoulin, Henri Laulhé, Benjamín Gómez y Francis Bernard, por citar sólo algunos de ellos.

Ya en décadas posteriores, y dentro tanto del cartel comercial como industrial y turístico conviene citar a Paul Colin, unido al liqueur Izarra, a Jean Colin, a Vecoux, Roland Oudot, Erik, Greki, Jacques le Tanneur, Arnaud Saez, August Durel, Félix Garrido, Albert Steinmann, Berttolo, Jesus Garaya Escudero, Jean Bernard Iribarne, René Gelos, y R. Partarrieu entre otros. Las vanguardias históricas y los últimos movimientos artísticos han dejado en todos ellos su indudable influencia y huella.