Mountain ranges

Sierra de Aralar

Sierra que ocupa unos 50 kms.² y se halla a caballo sobre los limites de las provincias de Guip. y Nav. La línea divisoria de las dos provincias cruza por las cercanías de la cumbre más alta del macizo "Irumugarrieta". La Sierra adopta toscamente la forma de una bota. La parte de la puntera, que corresponde a la zona SE. y E., es la de más fácil acceso y se levanta en repliegues relativamente suaves, con profundos valles de penetración, como el de Ata y Baraibar, por donde discurre la carretera forestal que llega al propio santuario. La zona S. -suela de la bota- se levanta de golpe sobre el valle de la Burunda, con un solo corte, que separa la Sierra propiamente dicha de la roca de Madalen. La parte correspondiente al empeine es la más espectacular, ya que formando semicírculo se encuentran, dominando al valle de Araiz o de Inza, las cimas más elevadas de la Sierra. El cresterío se levanta, cortado a pico en muchas partes, recortándose las bravías siluetas de las cumbres que en esta zona alcanzan las mayores alturas.

Los límites N. y O. son de perfil más suave. A pesar de ello, el Txindoki domina la barriada de Amézqueta con un desnivel de más de 1.000 m., que se levantan casi de golpe. En Lizarrusti, por el contrario, la carretera trepa hasta la mitad de la altura de los picos más altos de esta región. Dado el gran perímetro que comprende la Sierra de Aralar, muchas son las vías de acceso a su interior. No obstante, aquí se mencionan solamente las más importantes. Del valle de la Burunda puede decirse que parte un camino de cada núcleo de población. Los más practicados son: de Huarte-Araquil a San Miguel, dos caminos, siendo el más frecuentado el de Olatxiki. De Arruazu y de Lacunza, parten dos caminos y ambos finalizan en la Casa Forestal. De la carretera de Ataun a Lizarrusti, y antes de llegar a este lugar, se desprende un camino que desemboca en el que recorre la Sierra, de Igaratza a San Miguel. Otro, muy frecuentado, es el que desde el mismo alto de Lizarrusti llega al refugio de Igaratza. De Madoz, y por el valle de Ata, se alcanza el Santuario de San Miguel. Iribas y Baraibar tienen también marcados senderos, siendo esta última villa inicio de la carretera que finaliza frente al Santuario, uno de los caminos más utilizados por los excursionistas.

Del valle de Inza, a pesar de su desnivel, parten varios caminos de penetración en la Sierra aprovechando los diversos pasos o collados existentes, y que tienen su comienzo en Azkarate, Ustegui, Gainza, Inza y Betelu. Por fin, en la parte guipuzcoana, Ataun, Zaldivia, Abalcisqueta y Amézqueta, son los principales puntos de inicio del ascenso. Amézqueta es el Chamonix guipuzcoano, punto de partida por excelencia para las excursiones por el macizo. Tres son los caminos que partiendo de Amézqueta se introducen en la Sierra de Aralar. El de Larraitz, ermita dedicada a la Virgen de los Remedios o Ntra. Sra. de Larraitz, situada al pie del Txindoki. El camino, muy marcado, después de atravesar un bosquecillo de pinos asciende por la ladera del pico más visitado de la región. Rodeando al Txindoki por su falda derecha, subiendo en continuos zig-zags, alcanza por fin las praderas donde se encuentran las majadas de Egurral y Beltzulegui. El de Aritzaga, comúnmente denominado "camino de minas", que se interna por la barranca de Aritzaga donde existen las instalaciones de antiguas minas de cobre. El paso abierto en la roca viva, es áspero, y hermoso el paisaje que se divisa. Tras cruzar el torrente, el camino se interna en la estrecha garganta, desembocando ya en las praderas, junto a las "cucharas", charcas de agua increiblemente transparente que cae de una a la otra formando peldaños de agua fresca. El de Urzábal, el menos frecuentado y más bravío y salvaje de los tres, se interna entre el Txindoki y el Larraone que aquí presenta su faz más hosca.

Arriba, tras cruzar la cascadita de Muitze, el panorama se ensancha en las dilatadas praderas donde no existe sendero aparente. Tomando como centro de operaciones la Casa Forestal del Aralar, estratégicamente situada en el cruce de cuatro caminos (bajada a Lacunza y carretera a Baraibar), dos son los caminos principales que, atravesando el bosque, alcanzan los límites de la serranía. El de Igaratza a San Miguel, y el de Mugardi o Bustintza. El primero de ellos -continuación del de minas-, tras cruzar unos descampados se interna en el bosque, atravesando zonas de belleza sugestiva. El raso de Kolosabarnea es una de las zonas más hermosas de este recorrido. Después de pasar frente a la Casa Forestal, el camino, ascencendiendo un inclinado repecho, alcanza el borde exterior de la Sierra, cara al valle de la Burunda, donde la mirada se pierde en el anchuroso y extenso panorama. El segundo, tras internarse por las pistas abiertas para la explotación maderera, cruza un estrecho desfiladero y alcanza las dilatadas praderas del Beloki. Ref. J. Gurruchaga.