Concept

Repúblicas en Euskal Herria (1995 version)

La I República (1873-1874). La abdicación de Amadeo de Saboya y la proclamación de la República fue aprovechada por los carlistas para vigorizar su alzamiento en Euskal Herria, los cuales vieron acrecidas sus huestes con toda clase de elementos contrarios a la modernidad que la República suponía. El federalismo, encarnado en contadas personalidades de izquierda -que a duras penas alcanzaron para renovar los consistorios, por lo que hubo que echar mano de elementos de aluvión-, apenas pudo influir sobre el destino de esta tierra.

Elecciones generales del 11-13 de mayo de 1873. Son elegidos: Álava: Pedro de la Hidalga (rep. federal), Ramón Gérica (de procedencia radical). Guipúzcoa: Galo Aristizabal (rep. federal), Ibarzabal, Justo M.ª Zabala y Vea Murguía (rep. federal, radical y conservador). Navarra: Agustín Sardá, Pedro Justo e Isaba, Francisco Huder y Santiago Jiménez (rep. federales), José M.ª Ezcarti y Serafín Olave (radicales). Vizcaya: Cosme Echevarrieta, Vicuña, Larrínaga, Nemesio de la Torre, Mendieta (rep. federales).

Foralistas desde sus inicios (Asamblea Federal Vasco- Navarra, 1869), los republicanos siguieron apegados a la fórmula provincialista cuando se puso sobre el tapete la cuestión de la reformulación territorial del Estado. Los intereses concitados en torno a la Ley de Fueros de 1841 consiguieron poner importantes trabas a la tarea del gobernador civil en Navarra de forma que los carlistas consiguieron hacerse dueños de importantes zonas. También lograron, tras acuerdo previo de la Diputación (19 de junio), que la comisión constitucional cambiara el texto mediante el cual las Vascongadas y Navarra constituían un solo Estado de forma que en el proyecto constitucional (17 de julio) aparecieran dos Estados Vascos: Navarra y las «Regiones Vascongadas» que podrían «conservar las actuales provincias o modificarlas, según sus necesidades territoriales» v. NAVARRA.

Tampoco quiso la Comisión de Fueros de Guipúzcoa (9 de julio) salirse de los cauces tradicionales. La Junta particular de Alava reunida el 10 de agosto, aun considerando la cuestión como el «negocio el más grave que puede presentarse y del que depende la marcha o ruina del País Euskaro», optó por solicitar que no se aplicara la nueva Constitución «a dicho País, en lo que se oponen (sus artículos) a sus Fueros». También insistió en la necesidad de reunir a «las conferencias de las tres Provincias para acordar la línea de conducta que convenga adoptar al País en las actuales circunstancias...». Al día siguiente comenzaba el tercer sitio carlista de Bilbao mientras el endurecimiento de la guerra paraliza toda acción institucional v. CARLISMO.

El pronunciamiento del general Martínez Campos a favor de la restauración de la monarquía (29-XII-1874) acabó con la experiencia. A partir del final de la guerra y de sus desoladoras consecuencias, el federalismo vasco va a experimentar un importante cambio orientado, salvo excepciones, hacia una regionalización de las Cuatro provincias V. PARTIDO REPUBLICANO FEDERAL.

Idoia ESTORNÉS ZUBIZARRETA