Analizar, aunque sólo sea someramente, la religiosidad de los vascos pasados y presentes implica una sistematización previa de estadíos culturales por los que este colectivo ha podido discurrir a lo largo de su historia. Julio Caro Baroja ofreció en su conocido Los Vascos (1949) una primera aproximación que se considera válida:
- Ciclo franco-cantábrico de los pueblos recolectores y cazadores del Paleolítico Superior.
- Ciclo litoral de los pueblos cazadores y recolectores del Epipaleolítico y del Neolítico antiguo.
- Ciclo pirenaico de los pueblos agricultores y pastores del Neolítico moderno y de la Edad del Bronce.
- Ciclo vascónico de los pueblos agricultores y pastores de comienzos de la Edad del Hierro. Prácticas de incineración. Monumentos: cromlechs y túmulos en zonas pastoriles. Urnas en cuevas.
- Ciclo cántabro-aquitano de comienzos de la Era Cristiana.
- Ciclo colonial romano: siglos I-V d.C.
- Ciclo vascónico medieval primitivo: siglos V-IX d.C.
- Ciclo vascónico medieval central: siglos IX-XIII d.C.
- Ciclo vascónico medieval tardío: siglos XIV-XV d.C.
- Ciclo moderno hispano-francés: siglos XVI-XVIII d.C.
- Ciclo contemporáneo: siglos XIX-XX.
Emeterio de Sorazu (1979), a efectos de categorización religiosa, sistematiza así el fenómeno cultural pre y postcristiano:
- En el ciclo cántabro aquitano la religión y la magia son reconocidas por estos elementos: Culto lunar (plenilunio) expresado por danzas. Abundantes tabús de vocabulario. Desarrollo de cultos locales. Sacrificios animales y humanos. Danzas gimnásticas y bélicas con sentido religioso. Prácticas augurales. Divinidades ctónicas, de fuentes, de montañas, de árboles, de lugares.
- En el ciclo colonial romano surgen nuevos elementos religiosos y mágicos importados: Cultos urbanos y concepciones míticas grecolatinas con reflejo folklórico ("lamiñak"). Nuevas prácticas mágicas, en torno al mundo de las brujas ("sorgiñak").
- En el ciclo vascónico medieval primitivo la religiosidad de los nativos recibe del Sur del País Vasco una cuña colonizadora: La introducción del cristianismo. Creación de iglesias de patronato. Determinación de antiguas diócesis. En el Norte persiste algo el paganismo.
- En el ciclo vasconico medieval central, los progresos del cristianismo se acercan al Norte. Difusión de algunas devociones (en relación con las rutas de peregrinos). Formación de ideas tocantes a los "gentiles" (de origen mucho más antiguo) y sus características peculiares (relación de éstos con dólmenes, cromlechs). Sincretismo religioso pagano-cristiano.
- En el ciclo vascónico medieval tardío predomina la implantación del cristianismo en todo el país vasco. Desarrollo de las parroquias. Ajuste de las ceremonias religiosas a la vida municipal. Difusión local de algunas herejías.
- En el ciclo moderno hispano-francés: hay gran actividad en las luchas contra las herejías y en las que surgieron dentro del catolicismo, en España y Francia (personalidades vascas destacadas del jesuitismo y del jansenismo). Represión violenta de los movimientos colectivos, rurales, de tipo hechiceril y reinterpretación de ellos. Un último ciclo, el contemporáneo, se caracterizaría por la ruptura de la "unidad" religiosa impuesta por el Catolicismo y la recogida masiva de información sobre aquellos elementos religiosos precristianos que aún sobrevivían.