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PASTOREO

Organización pastoril. Los litigios entre valles de la misma o de diferente vertiente, obligan a concluir acuerdos que regulen la utilización pacífica y comunitaria de fuentes y pastos, así como el hecho de fijar los mojones que delimitan estos enclaves comunales. Su corporeidad se fue fraguando durante la Edad Media a la par que la vida municipal se estabiliza en los valles y surge la necesidad de organizarse ante el aprovechamiento del que son susceptibles las sierras circundantes.

La figura más común de entre la tipología existente de pastos comunales es la facería. Bajo su designación quedan afectados los pastos comunes entre pueblos vecinos (bosques también) durante el día, de acuerdo a un calendario que establece los turnos para cada miembro; y están obligados a dejar desierto el lugar durante la noche. Existían unos días al año en que se fijaba veda de uso para todos. Podemos destacar la facería de Sara-Bera, el tributo de las tres vacas...

La parzonería constituye la comunidad de pastos entre provincias, y el ejemplo más antiguo es la de Altzania, entre Gipuzkoa y Álava, que data del s. XV, tiempo en que reinaba el rey Enrique III, quien otorgó privilegio a un noble que lo vendió a los pueblos del valle. Hoy día Segura es la cabeza de la parzonería y allí se encuentra su archivo.

Las uniones de valles, establecen el pago de un monto por pastar, estipulándose en su regulación las cantidades, dependiendo del tipo de ganado. Citemos la Unión de Villafranca (Ordizia), Amezketa también conocida como Enirio-Aralar, o las de Bozue Mayor y Bozue Menor, Unión de Gorbea. El pasto común quedaba delimitado por la figura del "Sel" (Korta, Gorta, Soro) que era un pastizal con mojón central de piedra (Kortarria, Austarria = piedra cenizal, en la que ancestralmente se hacía la hoguera) y algunos árboles, diferenciándose el sel invernizo (Korta osoa) del veraniego (Korta erdia), cuyo radio era menor que el del anterior.

Como apuntábamos, el clima ha supuesto un condicionante que ha obligado desde los orígenes a organizar la vida pastoril en un movimiento pendular en el que se ha gestado la transhumancia. Se distinguen tres tipos:

a) Un pastoreo de gran transhumancia en las Zonas de los valles pirenaicos del NE de Navarra, tales como: Roncal, Salazar, Romanzado y Urraul Alto y Bajo, en los que los rebaños de oveja de raza "rasa navarra" transhuman a través de las Cañadas Reales o Cabañeras desde los pastizales del Pirineo hasta la Bardena Real y zonas de la Ribera Navarra y Aragón, cubriendo hasta 140 km. de recorrido. Existía un movimiento parecido en la Zona de Roncesvalles, pero hacia las landas de la tierra llana de Gascuña. Esta comunicación con las tierras bajas supuso un factor de pérdida progresiva del euskera en el valle de origen.
b) Se ha de mencionar un pastoreo de transhumancia media que se practica en Bizkaia, Gipuzkoa, norte de Álava, NW de Navarra, Lapurdi y Zuberoa en la que los rebaños descienden de la montaña por los caminos llamados "artalbideak" hasta los pastos costeros o lugares bajos en los que permanecen durante el invierno hasta primeros de mayo, época en la que vuelven a subir a los pastos de montaña. Hoy en día el traslado se efectúa en camiones.
c) El tercer tipo es el pastoreo mixto, de borda, que cuenta con pequeños rebaños (60 unidades) que no tienen una atención constante por parte del pastor que los cuida, sino que son dejados en el monte comunal o en los terrenos de algún caserío. En estos casos, el propietario del rebaño, algún familiar o criado alterna los trabajos agropecuarios del caserío con la labor del pastoreo. Se practica en las zonas del ámbito de la "raza lacha".

Los caminos pastoriles suelen tener unas anchuras fijas en razón de su importancia y, en sus bordes, jalonando la ruta, se encuentran clavados unos mojones que indican que es cañada por medio de la abreviatura "Cda". De estos caminos destacamos las cañadas de: "Cañada de los Roncaleses" que llega hasta la Ribera navarra, "Cañada Real de Murillo el Fruto a Salazar", "Cañada de Tauste a Urbasa y Andia" y aquéllas que desde las montañas guipuzcoanas y vizcaínas llegan hasta la costa. Cuando el pastor se encuentra en el monte, generalmente en época estival, posee una vivienda peculiar, "la borda". En ella se organiza la actividad pastoril de acuerdo a un régimen austero. Generalmente la construcción es de piedra o mampostería sin que en la techumbre se emplee teja, puesto que era signo de propiedad. La borda alberga el hogar (sutoki), que está separado de donde se halla el camastro (kamaño), y también del "gaztandegi" o secadero de quesos. Muchas, tal y como señala Aita Barandiarán, están aprovechando dólmenes preexistentes y la zona en donde se ubica la borda, conocida en euskera como Saroi, suele ir ligada a fenómenos kársticos como son las dolinas.