Concept

Murallas (1982 version)

Vitoria. Veamos lo que nos dicen el Vitoria de Bankoa y Alfaro Fournier en su Vida de la Ciudad de Vitoria: Estarían construidas las primitivas murallas por un cinturón de cercas que al principio estaría construido por troncos y materiales pobres ya que los verdaderos muros protectores de las ciudades medievales se construyen con materiales fuertes a partir dei siglo XII. Las cercas se abrirían al exterior mediante puertas colocadas en los dos extremos del eje mayor de la elipse. El río Zapardiel, que corría al pie de la colina, constituye un foso natural que asegura la efectividad de la defensa amurallada. Esta primitiva fundación (1180) tenia un plan urbanístico binuclear y radial, característico de las villas medievales emplazadas en una elevación con dos focos de desarrollo en las fortalezas-iglesias de Santa María, al norte, y de San Vicente al sur, unidas por la calle de Santa María, que servia de eje a la población (Vitoria, p. 96 y 97). En 1202 Villa Suso fue probablemente incendiada por los invasores de Castilla. Alfonso VIII, dueño ya de Alava, ordenó el ensanche de la villa. Al reconstruirse en los primeros años del siglo XIII el primer núcleo urbano de Villa Yuso, fue desbordado. Quedó en lo alto la ciudadela amurallada, la dicha villa. Y a su alrededor fue formándose la villa baja: Villa Yuso. Las nuevas calles rodeaban el cerro bajo el antiguo recinto, abrazándolo apretadamente, unas debajo de otras, hasta llegar al llano (Alfaro, p. 29). En el siglo XVII la estructura militar de Vitoria mantenía aún el doble cinturón amurallado. El más alto ciñendo la Villa Suso con las iglesias de Santa María, San Miguel y San Vicente. En el inferior o de las "Cercas Altas" varias puertas se abrían en su muro: las de la Herrería, San Pedro, Anorbin y Aldabe a las que se accedía por estrechos puentes sobre el río Zapardiel. Entre ambas murallas el caserío se apiñaba en apretadas y estrechas calles. Ante la iglesia de San Miguel, la Plaza Mayor con su amplia explanada servía de centro de reuniones, fiestas y mercados. (Vitoria, p. 25.) El conjunto quedaba cerrado por una cerca de murallas de la que todavía se conservaba buena parte en el siglo XIX preservada por las nuevas construcciones que sobre ella se hicieron. Aun hoy, se puede identificar algún resto de sus lienzos y cubos. Ref. Ricardo de Apraiz en su trabajo La muralla del primitivo Vitoria la estudia detenidamente. Clásico ya el estudio de Alfaro Fournier: Vida de la ciudad de Vitoria, Madrid, 1951, 688 pp. Ultimamente ha salido Vitoria. Historia de una ciudad. I El núcleo medieval, 1977, 175 pp.