Concept

Literatura vasca

Y en primer lugar, la situación misma de la lengua vasca. El euskara es una lengua minoritaria en su propio País Vasco, sometida a una fuerte presión diglósica por dos lenguas tan poderosas como el español y el francés, fragmentada en dialectos y subdialectos, y que sólo en los últimos años ha entrado, por lo que a la lengua escrita se refiere, en un proceso serio de unificación. La existencia en tales condiciones lingüísticas de una literatura escrita es poco menos que un milagro, que sólo se explica desde esa admirable lucha del euskara, o mejor, del pueblo euskaldún por sobrevivir. La historia de la literatura vasca, cuyo protagonista esencial es la lengua misma, se convierte así en la historia del euskara escrito, de modo que sólo en una época muy tardía -último tercio del siglo XIX- se puede hablar, sobre todo por lo que a la prosa se refiere, de una escritura euskérica literaria, autónoma, diferenciada de otras escrituras -religiosa, lingüística...-, y con un estatuto socio-cultural específico. Además, como acertadamente ha señalado Mitxelena, "la literatura vasca nunca ha llegado a ser expresión total de la vida del pueblo vasco". La verdad de esta afirmación queda patente si se contempla el fenómeno literario vasco desde la perspectiva del lector. ¿Quiénes han sido, a lo largo de la historia, los lectores de la literatura euskérica?. Lectores potenciales, todos los euskaldunes, todos los vascoparlantes. Pero, ¿lectores reales?. Porque, en el caso del euskara, la situación hasta época muy reciente ha sido que los euskaldunes monolingües, es decir, que sólo hablaban euskara, eran analfabetos, mientras los euskaldunes alfabetizados eran al menos bilingües, es decir, conocedores, además del euskara, del latín, o del castellano o francés.

La literatura euskérica nunca ha sido la única literatura accesible para vascoparlantes alfabetizados -que podían y sabían leer literatura-, puesto que conocían al menos otra lengua, mientras que los que no tenían acceso a otra literatura -latina, castellana o francesa- por desconocer la lengua, tampoco lo tenían de hecho a la literatura euskérica, a pesar de conocer el euskara, por la simple razón de que eran analfabetos. Esta pluralidad se da no sólo desde la perspectiva de la recepción literaria, sino también desde la de la creación. Siempre ha habido en el País Vasco una literatura castellana y francesa escrita por vascos. La cuestión es decidir cuál es el sistema literario al que esas obras deberán ser adscritas. La respuesta más lógica parece, al menos en muchos casos, decir que se trata de obras que sólo se pueden explicar inscritas en el marco de las literaturas castellana o francesa. ¿Hay que reservar entonces el nombre de literatura vasca únicamente para la literatura escrita en euskara?. Es una cuestión polémica en la que no vamos a entrar, al menos en este momento de nuestro estudio. De cualquier manera, si hablar de literatura "vasca" podría en algún caso resultar ambiguo, tal vez convendría hablar de la literatura o las literaturas de los vascos. Porque, desde la perspectiva de la creación, la vida literaria del País Vasco se explica no sólo desde lo escrito en euskara, sino también en las otras lenguas que prácticamente desde que existen se inscriben en el patrimonio cultural de Euskal Herria.

Remitimos al lector a la monografía dedicada a cada provincia. No hay estudios sobre la recepción de la literatura vasca, ni actual, ni mucho menos pasada, pero la situación socio-lingüística del euskara y el grado de formación cultural de los vasco hablantes relativiza fuertemente las posibilidades de existencia misma, pero sobre todo de recepción de lo escrito en euskara. Aunque por otra parte hay datos de que en ocasiones la recepción de los textos euskéricos era oral y no escrita. Así por ejemplo en el siglo XVIII los párrocos leían en la iglesia a sus feligreses las obras de Kardaberaz o Mendiburu, y es de suponer que lo mismo ocurriría en el XVII con el Gero de Axular o las traducciones euskéricas de otros ascéticos y de piedad. También la diversidad dialectal del euskara y la ausencia hasta hace muy pocos años de un modelo de lengua "standard" unificada marca un aspecto más de esa problemática situación lingüística en la que la literatura euskérica ha debido surgir y desarrollarse. De hecho, la historia del euskara escrito registra la incorporación sucesiva y el protagonismo literario según las épocas de diferentes dialectos: labortano y suletino, guipuzcoano y vizcaíno.