Si el origen etimológico de esta palabra deriva del término "feudo", no es menos cierto que en la actualidad este vocablo tiene, desde el punto de vista de la historia, un significado mucho más amplio y ambiguo. En un primer momento el concepto feudalismo expresó la relación formal e institucional establecida en la Alta Edad Media entre señores y vasallos, lo cual influyó en los historiadores hasta el punto de restringir la existencia del feudalismo tan sólo a aquellos lugares en los que se hubieran producido de forma expresa las relaciones feudo-vasalláticas, concretadas en la existencia de homenajes de carácter militar de los vasallos hacia sus señores y como contrapartida en la concesión por estos últimos de un feudo. Se trataría de unos contratos llevados a cabo entre un sector de la población perteneciente mayoritariamente al mundo de la nobleza de sangre y de la caballería con unas funciones casi exclusivamente de carácter militar.