La eliminación de los Fueros vascos que tuvo su culminación con la Ley abolitoria de 1876, generó una gran insatisfacción en el País Vasco. Como consecuencia de ello, a lo largo del primer tercio del siglo XX surgieron diversas iniciativas dirigidas a la recuperación de las instituciones propias. Entre tales iniciativas caben destacar la Liga Foral creada en Gipuzkoa en 1905, el Mensaje de las Diputaciones de Alava, Gipuzkoa y Bizkaia de 1917, o el Proyecto de Memoria dirigido al Directorio Militar en 1923.
Tales reivindicaciones adquirirán, sin embargo, su máxima expresión en el período de la 2ª República (1931-1939), período en el que se elaborarán tres Proyectos de Estatuto de Autonomía redactados en los años 1931, 1932 y 1936 y que culminarán con la aprobación del Estatuto de 1936. Tras la guerra civil, Franco suprimió todo vestigio de autonomía estableciendo un régimen centralista y dictatorial.