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ESPELEOLOGÍA (LA ESPELEOLOGÍA EN LAS DISTINTAS PROVINCIAS)

Navarra. Macizos calizos.
Los macizos calizos pueden tener una extensión de unos 1.250 km2, es decir, una octava parte del total de la provincia aproximadamente, destacando entre ellos como más importantes:

1. Urbasa, con unos 230 km2, destaca la parte NW y SW con un karst desarrollado; al EN la gran vegetación camufla las formas del suelo, dominando las grandes colinas y los llamados rasos, que son grandes zonas de captación. En el sur destacan los valles de Iranzu y Urederra.
2. Andia, con unos 185 km2, destaca por sus grandes praderas que recubren les calizas, destacando la zona de Peñablanca, el macizo de Satrústegui-San Donato, el gran polje de Zalbide y la zona boscosa de los montes de Goñi en forma de gran artesa; por la parte sur destacan las grandes foces de Guembe, Iturgoyen, Ubagua y la famosa de Arteta ea el borde del diapiro de Ollo.
3. Sarbil, unos 50 km2 de macizo calizo con límite hacia el valle de Echauri, por donde discurre el río Arga punto de observación estratigráfico del conjunto.
4. Sierra de Aralar, con unos 150 km2 de calizas, donde se pueden distinguir los karst de Ormazarreta, La Herrenca, Ezantza, Larraun y zonas de prados y rasos como las campas, Albi, Ata, Aguiri, zona de vegetación que recubre las calizas.
5. Macizo de Azpiroz - Huici - Leiza, 90 km2, con zonas de rasos como Gorriti, Huici, Leiza y zonas de bosques.
6. Sierra de Lókiz - Codés, unos 90 km2, con predominio de la calcarenita y el aglomerado calizo, destaca la cordillera de Valdellin y la foz de Itxako.
7. Macizo de Larra, unos 50 km2, ocupado casi en su totalidad por el karst.
8. Macizos del Ezka, una superficie aproximada de unos 60 km2, ocupados por calizas. Destacan los de Arrigorrieta, San Miguel, Uztarroz e Illón.
9. Macizos de Salazar, unos 50 km2, con el macizo de Abodi, Remendia y montes de salazar y sierra de Leyre.
10. Zona de Irati, unos 30 km2, con calizas en Berrendi y Urkullo, Arive, Oroz Betelu, Artozqui, Rala, Areta.
11. Zona de Urrobi, 30 km2, con las calizas de sierra de Labia y las del valle de Arce.
12. Calizas del valle de Erro, unos 60 km2. Hay que destacar Sorogain, Zona de Cilveti, Erro, Aguinaga y Aincioa-Ardaiz.
13. Sierra de Leyre, 60 km2, con predominio de las calizas y areniscas.
14. Sierra de Alaiz, unos 50 km2, toda ella caliza.
15. Zonas aisladas calizas, cuyo resto puede aproximarse a los 125 km2, entre ellas las de Aranaz, Ezcurra, Saldías, Labayen, cercanías de Urroz de Santesteban, las de Basaburúa como Otaola, las dolomías de Lanz y Eugui y las calizas de Mezquiriz, Viscarret, Garralda, Hurguete, etc.

Tipos de cavidades de Navarra. Las cavidades de la provincia pueden diferenciarse de acuerdo con unos criterios de disposición de las mismas en el medio en que se han formado, dependiendo de la estructura del macizo y de la distinta composición química de la roca. Ateniéndonos a la estructura, tenemos macizos donde la disposición de las capas favorecen al desarrollo en planos horizontales con cierta inclinación producidas por el buzamiento de los estratos, que muchas veces dan lugar a formas intermedias más complicadas al fracturarse estos planos, o estar plegados, tumbados, dando a formaciones en anticlinales o sinclinales. Estas cavidades las tenemos en Urbasa como tipo, donde proliferan las cuevas y simas de poca profundidad, alternando con desarrollos horizontales o inclinados. El otro campo es el de dominio de la vertical, debido a que el agua aprovechando las formas estructurales de fallas, diaclasas, fisuras, camina en profundidad hasta encontrar niveles de base impermeables por donde discurre, tal es el caso de las simas del sector pirenaico. En cuanto al segundo aspecto, tenemos las típicas de calizas muy puras, donde existe un gran proceso químico de ataque y disolución, acompañado de gran deposición de carbonatos, caso típico de Aralar, Larra, Andia, el campo de la caliza dolomítica y dolomias con gran riqueza en cristalizaciones, macizo de Velate, y las de las calizas margosas donde la descomposición y corrosión dan lugar a procesos de descalcificación con grandes depósitos de arcilla, yesos, arenas, al variar a la calcarenita o areniscas como en Urbasa, etc.

Historia de las actividades.
Estas en Navarra comienzan propiamente en el presente siglo, aunque conviene destacar la serie de visitas a cuevas efectuadas por nuestros abuelos, ya a mediados del pasado, teniendo por costumbre el explorar ciertas cavidades en plan de excursiones domingueras, pasando agradablemente un día de campo y aprovechando para correr las aventuras en las cuevas de Alli o las de Lecumberri, que son ya famosas, llevando consigo los clásicos carretes de hilo para no perderse y poder encontrar la salida, una vez desenrollado el conjunto de los mismos. Sin embargo, dada la orografía de Navarra y sobre todo teniendo en cuenta que una serie de hallazgos de tipo arqueológico se están realizando por provincias cercanas, hace que la Comisión de Monumentos preste su atención a nuestra región, asombrándose de que hasta la fecha, que son finales del 1900, no se haya dado con las huellas del hombre primitivo, demostrándose, por las invasiones y por ser Navarra zona de paso, la existencia de diversos yacimientos o monumentos funerarios. Así, en 1894, el investigador y explorador D. Juan Iturralde y Suit, teniendo confidencia de varios naturales de la región de Aralar, de conocer el paradero de lo que ellos llaman TREGO ARRIYAS, descubre y explora una serie de dólmenes y cuevas, demostrando con ello la estancia y por tanto la habitabilidad de ciertas cuevas como refugio de épocas remotas. Ya a partir de 1910 la Comisión de Monumentos tiene datados una serie de dólmenes y cuevas, en diversas partes de la provincia, destacando Aralar, Leyre, Foz de Arbayún, siendo las más importantes las exploradas por Iturralde y Suit, y entre ellas caben destacar las de Basaletz, Ponsolúa, Seakoain, Galtzorratx en Aralar, así como las diecisiete cuevas del barranco de Arbayún. Además, se van teniendo referencias de cuevas de moros en diversos puntos de Navarra o cuevas de brujas como las de Zugarramurdi, Napoleón, Berebecia, Ikaburu, etc. De 1920 en adelante, son varios los exploradores que visitan Navarra y así tenemos que Casteret descubre en la gruta de Alquerdi, en Urdax, la presencia del hombre primitivo y los primeros grabados rupestres de la provincia; posteriormente, esta caverna es excavada por "Príncipe de Viana". Se recibe la visita del Dr. Español, que en el campo de bioespeleología recoge diversa fauna de interés, contándose por otra parte con diversos yacimientos arqueológicos de importancia, lo mismo en cuevas que al aire libre, gracias a las excavaciones de Vázquez de Parga y Taracena, que más tarde son continuadas por Maluquer bajo el patrocinio de "Príncipe de Viana", organismo ya creado. A partir de 1948, un pequeño grupo de muchachos aficionados a la montaña visitan varias cuevas, siguiendo los pasos del ilustre explorador Iturralde, venciendo una serie de dificultades en sus descensos, empleando los medios que el alpinismo les proporciona y dado la carencia de material que les obliga a pertenecer a algún Club de Montaña y que en este caso es el Club Deportivo Navarra el que les brinda su material, que entonces son dos cuerdas de escalada de 40 m., que unido al que poseen particularmente sirve para salir del paso. Sin embargo, pronto se dan cuenta que los descensos muchas veces son superiores a lo que en principio se creía y hay que abandonar varias exploraciones por no ser suficientes los medios, al mismo tiempo que una gran disciplina de entrenamiento diario es necesaria para poder defenderse en las verticales que de continuo aparecen en numerosas grutas de entrada horizontal. Más tarde, tenemos contacto con los Amigos del País, Sociedad Aranzadi, de San Sebastián, que ha efectuado descensos con anterioridad; ellos nos guían en nuestros primeros pasos, dándonos referencias de algunas exploraciones efectuadas en Navarra, en las cuales nos citan la labor realizada por Barandiarán, Elósegui, etc. (Félix Ruiz de Arcaute entrena el equipo en 1953). Con el interés puesto en la recogida de datos que pudieran ayudar al estudio de nuestra prehistoria, se visitan una serie de cuevas, entre ellas la de Seakosin, cerca del emplazamiento de dos dólmenes y un menhir, efectuándose una pequeña cata en la entrada, apareciendo algunos restos de animales, descendiéndose la sima que se encuentra al final, que no es de las proporciones que citaba Iturralde. Continuando en esta misma sierra o macizo montañoso, dada la cercanía de Pamplona, hacemos una serie de exploraciones demostrando la existencia de varios yacimientos arqueológicos, al mismo tiempo que el gran esplendor hidrológico que ésta tiene, son visitados los nacederos de Larraun, Irañeta y numerosas fuentes y surgencias del conjunto. Son los tiempos heroicos donde los descensos hay que realizarlos con cuerdas, lo mismo que los ascensos, siendo los resultados de pequeña envergadura, las exploraciones les llevan bastante tiempo, y gran derroche de energía; sin embargo, consiguen confeccionar un fichero de cerca de doscientas cavidades que como resumen tienen una serie de hallazgos que pueden clasificarse en:

- Restos humanos en Navascués, Alquerdi, Ezpileako koba, etc.
- Fósiles de diverso tipo en Haseletz, Oberena, Apain.
- Corrientes subterráneas en Larraun, Urederra, Irañeta.
-Lagos subterráneos, Tximúa, Larraun.
-Abundantes muestras de minerales.
-Aparte se incluyen trabajos topográficos y fotográficos, principalmente.

Años 1953-1960: Exploración de Ormazarreta y Larra; participación en las Jornadas Vasco-Navarras. Años 1960- 1967: Exploración de San Martín; horadación del Túnel La Verna; en 1960, Juan San Martín descubre la continuidad de la sima cuando se da por acabada a -737 m. Observa una galería suspendida en la sala de la Verna, a 80 m. de altura. Escalada ésta por J. San Martín y F. Raz de Arcaute, se descubre la galería Aranzadi, el 8 de agosto de 1961. Operación T.V. Francesa; catálogo. Años 1967-1974: Se efectúan los siguientes trabajos: exploración de Lezegalde; sima del Roble y sima de Tximúa; perforación de la sima de Eskilzarra; exploración de Basaburu en 1967 y 1970; coloración de pérdidas en Belagua; exploración del río subterráneo Larumbe, Ukerdi, La Pakiza y Leizerola; cierre de la sima San Martín; salvamento en el accidente de Félix Ruiz de Arcaute; exploración sima 1.748 y macizo de Añelarra; defensa del Patrimonio Artístico; colaboración en hidrología; Congreso de Barcelona y Madrid, con la organización ARSIP; de reactivación. Se publican trabajos en KOBIE, Príncipe de Viana y Boletines ARSIP.

Actualidad de la espeleología. Pasadas las tres épocas de esplendor del Grupo Espeleológico Príncipe de Viana, donde se han centrado el mayor número de exploraciones en la provincia, hoy nos encontramos que la gestión del grupo se encuentra dependiendo de la Dirección de Obras Públicas desde el momento en que la espeleología ha sido encajada en el Servicio Geológico de la Diputación para cooperar en los planes de hidrología subterránea e hidrogeología en general, no abandonando los numerosos campos culturales que nuestra institución acapara, como es el de la antropología, dependiendo uno de sus miembros de la Comisión de Excavaciones Provincial, con el cual está ligado directamente. Por otra parte, existe una colaboración con diversos grupos de aficionados, a los que se apoya para que efectúen una serie de trabajos canalizados, evitando la repetición de descensos, y concentrando su efectividad en jornadas en el verano, en colaboración con la organización internacional ARSIP. Existen dos núcleos de afición importantes: uno en Pamplona, especializado en fuertes descensos y otro en Estella, que son los que trabajan en zona pirenaica, siendo la base de su trabajo la exploración y topografía. En colaboración con la Geología de Navarra, se trabajó en campos de especialización por cierto sector del grupo. La parte dedicada a publicaciones prepara la confección del catálogo provincial, así como otros trabajos de divulgación. Existe por otra parte un número grande de aficionados que acuden a visitar las cuevas de la provincia, bien en organizaciones de montaña, con las cuales colaboramos, más un número de aficionados a las exploraciones, que no es posible controlar al no pertenecer a ninguna organización.

Asistencia a Congresos.
I Congreso Nacional de Espeleología en Barcelona. Del 5 al 8 de diciembre de 1970 se celebró el I Congreso Nacional de Espeleología en Barcelona (dentro del marco incomparable del Palacio de las Naciones), lugar a propósito para una reunión de este tipo. Por el grupo navarro fue llevada una comunicación, cuyo tema fue "Razón de ser de la espeleología". III Congreso Nacional de Espeleología en Madrid. En 1974 se acudió de nuevo al III Congreso Nacional de Espeleología en Madrid, del 31 de octubre al 3 de noviembre.

El equipo humano.
En sus inicios, cuando aún el G. E. P. de V. estaba en formación, el grupo fundador estaba compuesto por: Juan Razquin, Miguel Bengoa, José M.ª Sáenz, Pedro Echalecu e Isaac Santesteban. Más tarde se agregaban: Mario Bregaña, Ignacio Barea, Daniel Palos y Adolfo Eraso. En la década de los 50 se forma un grupo potente, que con mayor o menor intensidad afronta las exploraciones de esta época: Miguel Bengoa, José M.ª Sáenz, Carlos Sarobe, José Churio, Modesto Clemente, Juan Antonio Benito, Pedro Echalecu, José Luis Monreal e Isaac Santesteban, que será el motor del equipo, primero como explorador, hasta bien entrados los años 60, y después como dirigente del grupo. A finales de la década de los 50 hay nuevas incorporaciones: José Azcona, Francisco Alzugaray, J. M. Urtasun, Primitivo Garralda, Miguel Puntos y Juan M.ª Feliú. Además se crea en Estella una nueva sección del grupo, allí están Julián Larumbe, Paco Lisarri y Jesús López, que aún sigue en activo. En los años 60 el grupo de Estella sigue activo, mientras que en Pamplona la actividad es más escasa y esporádica. A pesar de todo, los de la generación anterior colaboran intermitentemente. En los años actuales es el equipo de Estella, parcialmente remozado, el que sigue en la brecha: Julián Larumbe, Jesús López, Andrés Berasain, Patxi Areta, Jesús Fernández de Muniain, Agustín Chasco, Daniel Ruiz, Juan Erce, Vitorino Chasco, Juan García Roig, Jesús Moreno, Luis Los Arcos.