Concept

Comercio

Durante la Edad Media, hasta la segunda mitad del siglo XIII, las conexiones comerciantes entre la Hispania cristiana y el resto de Europa se efectuaron por tierra, por el llamado Camino de Santiago, uno de cuyos ramales pasaba por la ciudad de Vitoria para alcanzar luego el valle de Duero. Mercancías, ideas y hombres viajaron por esa ruta terrestre, y dada la carestía del transporte por tierra las mercancías comercializadas tenían que ser de escaso peso y elevado valor. La ruta jacobea se consolida bajo los reinados de Alfonso VI de Castilla (1072-1109) y de Sancho Ramírez de Aragón (1063-1096) y no puede desligarse de la existencia al sur de los llamados reinos de Taifas entre 1030 y 1086. Éstos compraban la paz a los reinos cristianos pagándoles unas sumas conocidas con el nombre de parias. Buena parte de las parias servían para pagar las costosas mercancías importadas del otro lado de los Pirineos. La consolidación de esta ruta terrestre desarrolló una serie de núcleos urbanos del interior, como Pamplona, Puente la Reina, Vitoria, Burgos... en donde fue creciendo una población dedicada a actividades comerciales y artesanales, como lo evidencian el nombre de las calles medievales de Vitoria -Correría, Zapatería, Herrería, Cuchillería o Pintorería-. La importancia adquirida por estos núcleos interiores se mantendrá hasta el siglo XVII.

Este eje comercial Este-Oeste empezará a variar por razones militares y económicas. En 1212 la batalla de las Navas de Tolosa facilitó a los cristianos la conquista de Andalucía Occidental. En unos pocos años todo el valle bajo y medio del Guadalquivir cayó en sus manos. En la conquista de las ciudades próximas al mar y muy particular de Sevilla participaron naves del Cantábrico. Este avance de los cristianos tuvo varias consecuencias. Por un lado permitió la apertura del estrecho de Gibraltar, gracias a lo cual las conexiones entre los dos polos económicos más desarrollados de Europa, las ciudades del Norte de Italia y Flandes, hasta ahora conectadas por tierra a través de las ferias de Campaña, se va a efectuar por mar. Parte de los navegantes, marinos y armadores de los puertos de la costa cantábrica que habían participado en la conquista de Andalucía Occidental se pondrán al servicio de mercaderes italianos que comerciaban con Flandes e Inglaterra. Por otro lado con la conquista de Andalucía Occidental amplios territorios situados en Extremadura y Castilla la Nueva, poco poblados, quedaron en una segura retaguardia, lo que permitió a los pastores de los montes de León, del Sistema Ibérico llevar a sus ovejas sin peligro a pastar en invierno en esos amplios y poco poblados territorios. Se consolidaba así una ganadería, básicamente pero no exclusivamente ovina, que se agrupará en el llamado Concejo de la Mesta (1273) para defender sus intereses. Los rebaños ovejunos tenían como principal función proporcionar lana, lana en buena medida destinada a la exportación porque el escaso desarrollo del sector textil castellano no absorbía toda la oferta. La lana era una mercancía pesada y relativamente barata cuya exportación no podía llevarse a través de costoso transporte terrestre a los centros pañeros europeos, sus principales consumidores.

Así fue surgiendo un circuito comercial ya no en dirección Este-Oeste sino Norte-Sur que partía de los lavaderos de lana próximos al Sistema Central, llevaba la materia prima a los puertos cantábricos en donde se embarcaba con destino a Francia y sobre todo a Flandes. A cambio de la exportación de lana se importaban en especial tejidos. Los transportistas marítimos eran vecinos de los puertos cantábricos que gracias a su inserción en la ruta Italia-Flandes conocían bien las derrotas. Pero eran los comerciantes de las villas del viejo Camino de Santiago, Burgos a la cabeza y en el País Vasco, Vitoria, quienes controlaban la comercialización de la lana. En el caso de Bizkaia y de Gipuzkoa la actividad comercial se completaba con la producción, comercialización y exportación de hierro, fabricado en las ferrerías gracias a la existencia de un mineral de hierro de características especiales, la vena, bosques para fabricar carbón de madera y mano de obra cualificada. El cambio del eje comercial, ahora en dirección N.-S., la inserción de la flota vasco-cántabra en el circuito que unía Italia con Flandes a través del estrecho de Gibraltar, la exportación de hierro y de lana y la importación de productos manufacturados, sobre todo tejidos, fundamentó la fortuna de las pequeñas villas costeras que disponían de un puerto de cierto calado. Guetaria recibe su fuero en 1209, Fuenterrabía en 1203, Bermeo en 1236, Bilbao, la última incorporada a este circuito, en 1300. Un precioso documento, parcialmente conservado, las cuentas y gastos del rey Don Sancho IV de 1293, publicado por Mercedes Gaibrois de Ballesteros, recoge en buena medida este tráfico por los puertos de San Sebastián y Fuenterrabía.

A estas actividades comerciales y de venta de servicios de transporte se añadirá a fines del siglo XV la pesca de altura y su comercialización.