Sailkatu gabe

VALLE DE RONCAL - ERRONKARI (CULTURA Y LENGUA)

Ideología. Literatura prosaica. Lo escrito en simple prosa sin afanes estéticos, pero sí de claridad y corrección, tales como el ensayo, los tratados de historia, obras de divulgación de conocimientos o las doctrinas filosóficas. Se pueden citar la obra de B. Estornés Lasa, Erronkari monografía publicada en 1927 (291 pp.); las de José Estornés Lasa, Erronkariko uskara, 1968 (120 pp.); Nuestro Pirineo y la defensa de la naturaleza: Belagua, 1973 (222 pp.); la de Florencio Idoate La Comunidad del Valle de Roncal, 1977 (455 pp.); la de J. C. Alli La Mancomunidad del Valle de Roncal, 1989 (452 pp.) y la mayoría de la rica bibliografía roncalesa.

Ciencia. Los hijos del valle han cultivado las Matemáticas, en una ocasión, la Historia del Valle, la Lingüística y la Tecnología, entre otras cosas. Citemos primero a Fr. Miguel Hualde, religioso lego de la Orden de Nuestra Señora del Carmen, autor de varios estudios pero sobre todo de dos obras, publicadas ambas en 1758, tituladas El Contador Lego, especulativo y práctico, sobre varios asuntos de Arithmética civil y Astronómica, una, y la otra, Astronómicas Reflexiones por las quales se intenta persuadir a las gentes que el Sol, Luna y Estrellas sirven y enseñan al hombre por demonstración de cuenta: es obra muy útil para el gremio de la Catholica Iglesia Militante. También escribió Compendial apologética historia de Navarra. El P. Tomás de Burgui escribió y publicó en Pamplona, 1774, su obra en dos tomos San Miguel de Excelsis representado como Príncipe Supremo de todo el Reino de Dios en Cielo y Tierra y como protector excelso aparecido y adorado en el Reino de Navarra. Sobre la Historia del Valle se tiene noticia de una obra manuscrita titulada Val-de-Roncal escrita por don Juan Martín Hualde (Isaba, 1427) que se hallaba en la biblioteca de don Ramón de Zaro y Ortega, Cronista y Rey de Armas que es de la Majestad del Rey don Carlos III, en Madrid. El 15 de junio de 1755 la Junta del Valle acordaba encargar al P. Thomas de Burgui una Historia del Valle de Roncal para el honor y conservación de ese Valle, por ignorarse muchos de sus Privilegios y como «medio de instruir a los individuos del Valle y hacer constar su distinguida y especial nobleza» pero nunca se llevó a cabo esta empresa. Pero la primera monografía impresa con tema roncalés es Erronkari (El Valle del Roncal) de Bernardo Estornés Lasa (Zaragoza, 1927, 292 págs.) y la segunda, el n.° 27 que T. C. P. de Navarra dedica a El Valle de Roncal de Rafael Gambra, originario de la villa de Roncal ( 1968). En el terreno de la Lingüística, y refiriéndose al dialecto roncalés, es de señalar el librito Erronkari'ko uskara, método para aprender el vascuence roncalés de José Estornés Lasa y del mismo, Erronkari'ko uskaraz elestak. Fraseología roncalesa («Fontes...», n.° 40), de su hermano Bernardo, la obra Sobre orígenes e historia de la Lengua Vasca y un Diccionario castellano-roncalés de unas 20.000 voces y acepciones, además de artículos breves sobre el mismo dialecto publicados en distintas obras. Diremos también que Prudencio Hualde tradujo el Evangelio de San Mateo al dialecto roncalés, publicado con su traducción por José Estornés Lasa. Y finalmente, son de señalar las cartas en euskara roncalés escritas por Mariano Mendigacha, de Vidangoz, a don Resurrección María de Azkue. De finales del siglo pasado son las dos obritas de Bernardo Anaut, de Isaba, Manual para construir cuadrantes o sean relojes de sol adicionado con explicaciones para llevar bien los relojes (1891) y los Elementos de Cosmografía, Uranografía y Geografía astronómica. De tema roncalés pero no roncaleses citemos a F. Idoate y a Juan Cruz Alli.

Filosofía. Los proverbios encierran una filosofía popular a falta de otros textos escritos. Los refranes y sentencias son orales y los ha recogido Azkue en su bello libro Particularidades del dialecto roncalés, en número de 260, cifra alta para un valle de tan poca población. Para muestra daremos algunos más o menos castizos: Adexkiderik bage bizitea da orobat nola testigorik bage iltea: «vivir sin amigos es lo mismo que morir sin testigos»; Agorrileko ura da zafran ezti eta ardau: «el agua de agosto es azafrán, miel y vino»; Aita lazoen umek egi txiki eta anitx bizio: «los hijos de padre haragán, mucho vicio y poco pan»; Ari erapilatua ezta sekula oso: «la amistad rota nunca vuelve a ser lo que fue». Hay un libro de un roncalés, J. J. Pérez Necochea, titulado El asno ilustrado o la apología del asno... por un asnólogo aprendiz de poeta, que no sabríamos cómo clasificarlo y del que dice el propio autor «por manera que si bien se echará de ver un cierto lujo de nociones históricas que parece que redundan y sacan al Asno de sus quicios, ella no embargan, completan y enriquecen el gran tesoro de galas de la borriquería; y por otra parte pueden ser instructivas y útiles, tanto por la novedad como por la aplicación que tienen, o a la moral, o a la religión, o a la política, o a las letras, o a las costumbres. Dejamos a que el lector curioso lea este libro raro (de 1837), obra de un obispo, de gran erudición, con un texto de 582 páginas de muy apretada lectura.