Sailkatu gabe

VALLE DE RONCAL - ERRONKARI (CULTURA Y LENGUA)

Lenguaje sensorial. Es aquel que espontáneamente se ejercita por el contacto (incluidos olfato y gusto), por la vista y por el oído (excluido el oral que forma grupo aparte). La naturaleza nos ofrece en el Valle las impresiones contactuales de calor, frío y tibieza, aspereza y suavidad, el del agua, tierra, arena, ortigas, espinos y golpes, el perfume de las flores silvestres como la rosa, el clavel, la margarita, el narciso, el lirio y la azucena, el olor a monte, a yerba seca, el contacto con la humedad, la lluvia, la brisa y su caricia, el roce con el aire y el viento, la suavidad de la trucha al pescarla. También el gusto al saborear las fresas silvestres, los «grizes» (cerezas), ciruelas, frambuesas, arañones, bellotas, «xagarkos», nueces, castañas, moras, miel, avellanas, «guriarranes», y yerba «txarragitzarr», magarda «beilla», etc. La vista se impresiona por los cambios del paisaje, amanecer, mediodía, atardeceres, nevadas, tempestades, noche y luna, cielo estrellado, el brillo del rayo, la armonía del arco-iris, los pájaros, murciélagos, lagartos y lagartijas, cuervos y buitres, gusanos, avispas y moscas, hormigas, culebras, arañas, grillos... El oído se estremece con trueno o se admira con el rumor de la selva, la sinfonía musical de las esquilas de las ovejas cuando comen la yerba, los ladridos del perro que las cuida, el ruido de una pedregada o granizo, el chaparrón, el silbido del viento y el canto de los pájaros, del cuco, del búho, o el graznido del cuervo o los conciertos de grillos, sapos y ruiseñores... Tal es, en esbozo, el lenguaje sensorial silvestre de la naturaleza.