Sailkatu gabe

VALLE DE RONCAL - ERRONKARI (CULTURA Y LENGUA)

Lenguaje expresivo modal: el traje. Nos referimos aquí al usarse o estilarse un modo de vestir peculiar, pero en el caso de los roncaleses, la moda no aparece y desaparece al cabo de un más bien breve tiempo, sino que dura toda una época. El vestido es un lenguaje. Al ver ataviados a roncaleses y roncalesas con sus trajes típicos nos dicen, por de pronto, como en cualquier otro traje, soy varón, soy mujer, soy joven, soy vieja y, según la época, soy soltero o soltera. Esto sin contar que las roncalesas no se maquillaban ni pintaban la cara ni las uñas, mientras conservaron su vestimenta. La mantilla de gala lleva una franja de adorno y dos rombos colgantes en sus extremos y una borla sobre la frente en tanto la de trabajo y uso diario es de paño rojo ordinario y sin adornos. Nos habla de laboriosidad y mayor o menor pobreza. La mantilla negra de las casadas se correspondía últimamente de falda también negra. El traje de gala, a pesar de su homogeneidad, también expresaba la coquetería mayor o menor y era todo él ajeno a estímulos eróticos por la largura y amplitud de las faldas y la falta de relieve de sus justillos. El lujo, que no faltaba tampoco en la gente rica a pesar del carácter uniforme de la vestimenta, se traduce en la ostentación de ricas joyas y gargantillas, sedas y lanas de calidad. El traje de mujer dice a gritos que es una roncalesa, pero ya el traje del varón, aparte el de ceremonia, es muy parecido al de los valles vecinos. Su calzón da un porte más esbelto, le distingue del aragonés, ancho y flojo. El chaleco de los mozos solteros es blanco con ribetes negros. Va diciendo, soy joven, y lo mismo la manera de llevar la toca o el sombrero.