Kontzeptua

Ordenación Sostenible del Territorio

La ordenación del territorio (OT) es una disciplina pocas veces entendida. No solo se trata de encajar y situar en el territorio los lugares donde vivimos y trabajamos y por tanto los edificios, fábricas, etc., sino también los equipamientos necesarios para vivir. Entre estos equipamientos se encuentran los colegios, escuelas, universidades, centros de salud, hospitales, polideportivos, centros comerciales, comercios, hostelería, etc. Pero también se incluyen las centrales eléctricas, subestaciones, depuradoras, incineradoras de residuos, etc. Y por supuesto los cementerios, tanatorios, prisiones, centros de acogida, y demás infraestructuras necesarias pero que nadie desea tener cerca. Y todo esto debe estar bien conectado por carreteras, autopistas, trenes, autobuses, trenes de alta velocidad, aviones que necesitan grandes extensiones de terreno para podernos conectar (aeropuertos), barcos que necesitan puertos industriales, camiones que necesitan centros de transferencia de mercancías, puertos secos etc. Y además es nuestro deber conservar la naturaleza, el paisaje, los recursos naturales tal y como los hemos recibido. Debemos ser capaces de disfrutar de los recursos naturales sin estropearlos, sin amortizarlos, sin hipotecarlos.

Hasta aquí la cosa ya parece bastante complicada pero si además se pretende que todo esto esté ordenado y con una cierta lógica y eficiencia se complica un poco más. Si encima de todo se coloca el paraguas de la sostenibilidad ya resulta casi imposible abordar el problema. No solo se trata además de que esta ordenación del territorio sea sostenible, sino que también debe ser sostenible su gestión, su día a día.

Muchas veces las decisiones relacionadas con la OT se toman demasiado abajo en el entramado institucional y sin tener en cuenta decisiones tomadas muy cerca físicamente y en sentido muy distinto. Por ejemplo, un municipio puede situar su tanatorio o su zona de ocio nocturno justo en el límite municipal y, el municipio limítrofe, puede situar justo ahí sus viviendas o su ikastola o incluso una zona de juegos infantiles.

En Euskal Herria se encuentran zonas industriales a las que solo se puede acceder en vehículo privado e incluso zonas de viviendas de alta densidad a las que solo llega la carretera y los autobuses son la única alternativa al coche. También se hallan fábricas contaminantes totalmente rodeadas por viviendas que precisamente se situaron ahí para estar cerca del trabajo (poblados industriales). En su momento fue el paradigma de la modernidad pero hoy no hay argumento que lo soporte.

También se observan zonas de baja densidad en las que el precio de la vivienda es similar o incluso inferior al de las zonas urbanas de alta densidad y que, por tanto, se están poniendo de moda al ofrecer una vida en el campo ahora que todo el mundo tiene acceso al vehículo particular. El problema es que para el conjunto de la sociedad estas zonas de baja densidad resultan muy caras, ya que los servicios que hay que prestar en ellas son mucho más caros por habitante que en las zonas de más densidad.

Otra moda actual poco sostenible son los centros comerciales. Por supuesto que son necesarios pero, en muchos municipios, se están convirtiendo en la única manera de realizar las compras ya que los centros de los municipios se están desertizando comercialmente y, para hacer la más mínima compra, sus habitantes han de desplazarse en coche al centro comercial. Y ya que existe el centro comercial lleno de familias haciendo compras el sábado por la mañana, si en él se ubican unos cuantos restaurantes de comida rápida y unos cines toda esa gente pasará allí el día completo en una especie de parque temático para toda la familia.

Por supuesto, hasta aquí se ha visto lo que no es "Ordenación del Territorio Sostenible"(OTS). Es fácil de imaginar en que consistiría la "OTS", pero difícil de definir y sobre todo de dar pautas y recomendaciones de éxito. Algunos países llevan años tratando de controlar la OT y en Holanda, por ejemplo, dividen el territorio en zonas A,B,C, según las infraestructuras de transporte que tienen y, en función de dicha categoría, estas zonas serán o no aptas para albergar viviendas, o centros de trabajo o centros comerciales u otro tipo de infraestructuras. Por ejemplo, si en una zona va a haber mucha gente viviendo, trabajando o desplazándose allí todos los días, deberá estar dotada de una estación de metro. Si una zona va a tener un fuerte acceso de camiones deberá estar junto a una autopista o bien conectada con ella.

Un territorio mal ordenado es muy difícil y muy caro de gestionar y sus redes de transporte son muy fáciles de colapsar.