Este es un aspecto bastante descuidado en ocasiones.
En muchas ciudades de tamaño mediano se habla de la construcción de terminales o estaciones intermodales, cuando en realidad se trata de estaciones multimodales. La construcción de una estación intermodal supone normalmente una operación urbanística de tal calibre y coste que a veces es difícil de justificar. Si en realidad se trata de una estación en la que confluyen distintos medios de transporte, pero entre los que el trasvase va a ser mínimo, probablemente no está justificada semejante operación y sea suficiente con que las terminales de los distintos modos de transporte estén conectadas por un buen transporte público como el metro o el tranvía.
En cuanto a los aeropuertos, también se deberá tender a dotarles de conexiones a la ciudad que respondan al tráfico real del aeropuerto. Muchas veces un autobús-lanzadera al centro de la ciudad es suficiente y no están justificadas otro tipo de soluciones más costosas y de difícil reversibilidad.