Antecedentes históricos. La troncalidad se halla presente en el Derecho vizcaino desde sus textos más antiguos. Aparece en el Fuero Antiguo de la Merindad de Durango (siglo XIV), en el de Ayala (1373), de Avellaneda (1394), Fuero Viejo (1452), del Albedrío de las Encartaciones (1503) y Fuero Nuevo (1526). Este último texto legal recoge las exigencias de la troncalidad en lo que respecta a las ventas (título XVII); trueques y cambios (XVIII); empeños (XIX); dotes y donaciones (XX); y sucesiones testadas e intestadas (XXI). Este mismo interés por mantener las manifestaciones de la troncalidad aparece en los proyectos de Apéndice de 1900 y 1928, precedentes de la Compilación de 1959.