Sailkatu gabe

GIPUZKOA (DEPORTE)

Deportes básicos.

Desde principio de siglo viene practicándose en Guipúzcoa el atletismo que encuentra un terreno abonado por la afición secular de los vascos a los juegos populares que como en el caso concreto de los korrikalaris, están íntimamente ligados a la disciplina atlética. De ahí que una de las especialidades más practicadas sea el cross, que ha contado siempre con excelentes representantes, habiendo conseguido en diversas ocasiones el título nacional por federaciones. San Sebastián y Tolosa han sido fundamentalmente los dos puntos en que más auge ha alcanzado el atletismo, siendo encomiable la labor desarrollada en el estadio de Berazubi por los hermanos Iguaran, como atletas primero y como entrenadores y directivos más tarde de la sección atlética del club urdiña. Sería ocioso pretender en tan breve espacio hacer una historia del atletismo guipuzcoano y hasta el dar nombres puede resultar peligroso pues la relación sería absolutamente incompleta. Un tanto al azar citaremos algunos nombres que han brillado en el atletismo nacional como pueden ser varios componentes de la saga hernaniarra de los Adarraga, José Luis, Bernardino, Juan Bautista y Fernando, acaparadores de títulos en las más diversas especialidades, recordmans nacionales, y olímpicos. Olímpicos también entre los pioneros fueron Ordóñez y Elósegui, velocistas, y José Andía en pruebas de fondo. Quizá sea Ramón Cid, de la Real Sociedad, el hombre más destacado del atletismo guipuzcoano, plusmarquista nacional, poseedor del récord europeo en junior, dentro de la especialidad del triple salto y presente en dos olimpíadas.

Luis Felipe Areta (?), Maeso y Lobato son los nombres más destacados en los albores de la natación guipuzcoana, siendo ellos los dos únicos participantes en la Copa Navidad de 1914. Lobato se proclama un año más tarde subcampeón de España en Barcelona y en 1919 se organiza una prueba que se convertirá en clásica del calendario de la natación guipuzcoana. Se trata de la travesía del Urumea, en cuya primera edición vence Ramiro Goñi. La prueba la organiza el Fortuna que con el Amaikak Bat serán durante muchos años los principales baluartes de esta especialidad en Guipúzcoa. Con Ramiro Goñi hay que citar a Pedro Méndez, vencedor en la Travesía a Bayona y en la 5.ª Travesía del Urumea así como en diversas pruebas en Madrid, Santander, Barcelona... En el campeonato de España de 1924, en 100 m. libres vence María Luisa Méndez del Fortuna, que vuelve a triunfar un año más tarde al igual que Pedro Méndez. En los años que preceden a la guerra civil de 1936 surge otra gran figura, Josetxo San Sebastián, que inscribe su nombre en las principales pruebas como la Travesía del Urumea, el Paseo Nuevo, la Copa de Invierno, etc. Ya en los años cuarenta anotamos el nombre de Agustín Vaqueriza y los de Mari Carmen García y Socorro Casas entre las féminas. A partir de 1950 contamos con Juan José Igea que en 1951 se hace con diversos títulos y llegará más tarde Iñaki Yurramendi. Durante muchos años la natación guipuzcoana ha tenido como marcos el río Urumea, la bahía de la Concha, el Paseo Nuevo y el puerto, no contando con ninguna piscina, lo que suponía un tremendo "hándicap" con respecto a otras provincias. Se construye la piscina de Anoeta y más tarde otras en diversos puntos de la provincia con lo que surgen nuevos valores culminando con la aparición en los años ochenta de Harri Garmendia, que pese a sus muchos triunfos aún tiene que alcanzar las más altas metas a nivel nacional e internacional. Piscina de la Concha. Depende de la Obra social de la CAM de San Sebastián en colaboración con la Federación Guipuzcoana de Natación.

La gimnasia no ha proporcionado ningún deportista de élite a Guipúzcoa, no pasando su práctica de un modesto nivel.

No sucede lo mismo con la halterofilia, pese a que esta especialidad llega a nuestra provincia en fechas próximas, en 1967, aunque anteriormente se practicaba de un modo un tanto anárquico, destacando entre los pioneros el donostiarra Rodolfo Yarza. En 1967 se constituye la Federación Guipuzcoana que preside un hombre clave en el arraigo de la especialidad, el zarauztarra Emilio Olazábal. No se hacen esperar los éxitos gracias a los atletas del C. D. Zarauz, C. D. Hernani y Atlético de San Sebastián. Surgen figuras como el donostiarra José M. Ugarte y años más tarde Miguel Ruiz, una joven promesa, llamado a convertirse en gran figura. Otra figura de la halterofilia guipuzcoana es Castresana.