Lexikoa

CISMA

Actitud del reino de Navarra ante el Cisma. El mismo día de la elección de Urbano VI se encontraban en Roma varios eclesiásticos navarros: el arcediano de Eguiart, Sancho García de Ibarrola, el de Val de Aibar, Martín de Aoiz, el hospitalero de Santa María de Pamplona, Reinaldo de Ham, y el deán de Tudela, Lope Iñiguiz de Ujué. Todos ellos fueron testigos de la violencia con que actuó el pueblo romano. El obispo de Pamplona, Martín de Zalba, también se hallaba en Italia, aunque no en la Ciudad Eterna. A pesar de la amistad que le unía al nuevo papa no dudó en ponerse del lado de los cardenales descontentos y, más tarde, de Clemente VII; la misma conducta siguió un importante sector del clero navarro. No fue tan definida la postura del rey Carlos II, que se movió según las alternativas de la Guerra de los Cien Años (Ver CARLOS II DE NAVARRA EL MALO). Sin embargo, la posición de su sucesor, Carlos III, quedó claramente manifiesta, desde un primer momento, en favor del papa de Aviñón (Ver CARLOS III DE NAVARRA EL NOBLE).