Lumbier defiende su preminencia en Cortes. Por privilegio de 1396, concedido por Carlos III el Noble, Lumbier gozaba de asiento en Cortes. A mediados del s. XVI, surgen diferencias sobre el lugar a ocupar en las Cortes. En 1561 se le asigna el puesto inmediatamente detrás de Tafalla y delante de Aoiz, protestando por ello el representante lumbierino Miguel de Liédena. Más tarde, litigaría Lumbier por la misma causa con el concejo de Puente la Reina.